viernes, 24 de agosto de 2007

Aeropuerto... otra vez

Hoy fuimos a despedir a Pablo al aeropuerto. Esa sensación infinita del adiós, que duele tan adentro. Aunque sepamos -o creamos con buenas razones para hacerlo- que en un mes y medio estaremos de nuevo abrazándonos. Y quizá ya seamos tres.

Me sentí de nuevo una adolescente. Me sentí transportada a esos momentos de desamparo que sentía cuando tenía sólo 16 años, 17, y lloraba mares de lágrimas cada vez que se despegaba de mí. Cada vez que sentía que el destino me lo arrancaba. Y fueron muchas. Muchas despedidas y muchos reencuentros.

Pero algo fue distinto esta vez. Una partecita de él, algo muy importante se quedaba dentro mío. Es un desamparo, pero dulce. Una gran tristeza, pero teñida de esperanza. Reencontrarme con la soledad, pero a medias. Una presencia chiquita se hacía enorme para darme fuerzas y no quebrarme.

Creo que esta vez no hice honor a mi nombre. Y nadie me vio derramar ni una sola lágrima.

viernes, 17 de agosto de 2007

Panza, panzota...


Ese fue el asunto del mail que me mandó mi hermanita Angie, con dos fotos muy lindas que sacó de mi panza. El mismo domingo que anduvimos paseando. (Gracias gordi!)

No soy muy organizada con las fotos del avance del embarazo... por eso quizá no vean tantas. Pero ésta está muy buena.

Para los que preguntaban dónde estaba la pancita, aquí está!!

lunes, 13 de agosto de 2007

¡Como turistas en nuestra ciudad!


Córdoba está muy linda.

A veces me da bronca caminar por Nueva Córdoba, como solía hacerlo en mis épocas de estudiante, y tener que andar esquivando obreros, pilas de arena y cemento, saltando baldosas levantadas, temiendo que algún andamio termine sobre mi cabeza o que alguna grúe me levante por los aires, mientras ando con la mente en las nubes... Y sí, el boom de la construcción nos llenó el barrio que otrora fue residencial y desde hace unos años, corazón estudiantil de la ciudad; de edificios, nuevos edificios y más edificios.

Pero si no fuera por "ese" detalle... debo decir que está muy linda.
Nueva Córdoba está muy linda.

Y claro, uno de los motivos por los que la encontramos tan bella los que hace un tiempito no la veíamos es el Paseo del Buen Pastor. Esta obra se inauguró el fin de semana pasado -con visita de Cristina Kirchner incluida- en lo que era una antigua cárcel de mujeres, en un triángulo clave del barrio y de la ciudad: sobre Yrigoyen, San Lorenzo y Buenos Aires, enfrente de la iglesia de los Capuchinos.

Una fuente de aguas danzantes (que todos los días tiene cientos y cientos de espectadores embelesados: será el furor del momento o hay mucha gente al cuete por aquí), todo el edificio reciclado a la perfección, algunos agregados de arquitectura vanguardista, como el cubo de paneles rojos que sobresale y contrasta con los campanarios góticos de la iglesia de enfrente; la capilla del Buen Pastor restaurada y con visitas guiadas gratuitas; y en general, un paseo, un espacio público que invita detenerse y disfrutar en medio del vértigo cotidiano de la ciudad. Falta toda la parte de locales gastronómicos, pero bueh! había que llegar con los tiempos de las campañas electorales! Los transeúntes de Córdoba... súper agradecidos.

Con Pablo y mi familia aprovechamos para hacer "turismo en nuestra ciudad", como verán en las fotos. Porque está bueno reconocer lo que está bueno, siempre, ¡también acá!

viernes, 3 de agosto de 2007

Agosto

Los días pasan grises como el acero,
la nieve acecha en Calamuchita,
el termómetro se resiste a moverse del cero.

El corazón se acelera,
el calendario se petrifica,
la espera empieza a desesperar...

Los planes se amontonan,
se superponen las citas,
me empiezo a marear...

Empezás a faltarme,
no puedo dejar de extrañarte,
ni evito imaginar...

Horas de ansia, de inquietud, de trabajo febril, de desear...

Remiendo mis recuerdos
e hilvano mis sueños
para no dejarte escapar.

El abrazo se estrecha y no alcanza para abarcar,
a los que están aquí y ahora,
y a los que ya no vendrán.

Esperando a Emilio, despidiendo a Pablo, extrañando a mi papá, dejándome mimar por madre, hermanos y cía, amontonando notas, apurando cierres, apilando batitas, escribiendo, planificando, soñando. Desde una Córdoba muy fría.