lunes, 20 de julio de 2009

aquí estoy...

estoy un poco escéptica, dudando de muchas cosas, pero también teniendo fe en muchas otras, quizá nuevas, quizá distintas.
me da bronca tener el blog abandonado, pero no tengo mucho tiempo, y no puedo responder los comentarios (que en el último post fueron largos y sesudos) con la lucidez necesaria. así que les pido perdón a ronnie, a tía elsa, a cookie y a betty, que dejaron sus opiniones y que leí y releí, y no pude contestar.
volvieron mis hermanas, estoy tan contenta de poder abrazarlas en tierra conocida, se volvieron a ir a la city cordobesa, yo quedé en el pueblo y hoy me junto con mis amigas de toda la vida a comer y festejar. esto me pone muy feliz.
me pone feliz también mi mamá y su dedicación incansable, me pone feliz mi hijito cada vez más hablador y simpático, me pone feliz que pablo me banque a pesar de mi inestabilidad...
temo ya no poder hacer todo lo que quería en estos meses en argentina, porque la gripe a trunca muchos de mis proyectos... y me confina a mi ciudad-pueblo. pero quién te dice que estos dos meses no se estiran un poco más. las propuestas de los clubes tanos no nos cuadran y tampoco son tantas. y tampoco nos vamos a ir sin estar convencidos.
así que apechugando, laburando, teniendo fe, cuidando a emilio, mucho, que no va a la guarde, y va de mano en mano, pero como siempre, mucho conmigo, con el papá, conmigo, con el papá. Y esperando.
en medio de todo este escepticismo, si hay algo de lo que estoy muy agradecida en estos últimos años es de este blog, y de todos los amigos virtuales y reales que me siguen, que me comentan, que me invitan a reflexionar, que me abren otros mundos y me ayudan a descubrir otras maguitas. así que a ustedes, lo sientan del modo en que lo sientan, les dejo un abrazo muy especial en este día.

miércoles, 8 de julio de 2009

Almuerzos, política y censura

Voy a confesar que a mí me gusta y me entretiene y me informa y me atrapa por un buen rato mirar los almuerzos de la señora Mirtha. Ayer lo hice por primera vez desde que llegué, y además de sorprenderme por lo lúcida e informada -cada vez más- que está la doña, me quedé asombrada de lo encendida y polémica que empezó a estar la mesa. Será que me acostumbré a la televisión italiana, donde tres de los principales canales son de Berlusconi, y los otros tres son canales públicos, o sea... estamos casi en la misma. Crítica cero. Discusión cero. O muy muy poca, y en horarios fuera, bastante afuera de los pico.
Ayer estaban en la mesa Marcos Aguinis, un escritor cordobés (sí, cordobés antes que argentino, ja) que a mí me gusta mucho, que escribe, y mucho y bien, y que es crítico y se permite serlo, aun con la izquierda argentina, esa intocable para nuestra clase intelectual; Oscar Aguad (presidente del bloque radical, también cordobés, por lo cual por ahí se les escapan los chistes y comparaciones esas que sólo los cordobeses entendemos) y Pilar Rahola, una periodista española, catalana, incluso fue vicealcaldesa de Barcelona, que fue hiper crítica de nuestro gobierno, de la política de los últimos años y de los que vendrán. Ah, también había un médico infectólogo, por esto de la gripe, pero casi no lo dejaban hablar.
La cuestión es que por momentos la conversación se volvía tan ácida, tan dura hacia los Kirchner, que Mirtha decía... "Pilar, vos te vas, pero nosotros nos quedamos", y sonreía lo más políticamente correcta posible. Y la catalana no se callaba, y argumentaba, y se justificaba. Tan bien, pero tan bien. "Pilar, vos te vas, pero nosotros nos quedamos", repetía Mirtha. Tanto hablaba, que Aguinis se animó a contar algo que creo que en otro contexto no lo hubiera dicho tan suelto. Resulta que el año que viene, en la Feria del libro de Frankfurt, va a haber un stand especial representando la argentinidad y la Argentina, por esto de nuestro Bicentenario de la revolución. "Y yo fui censurado", comentó Marcos. "No estoy en las listas de los escritores que van". Y escuchando y leyendo las últimas cosas que están haciendo los Kirchner, casi casi que no me sorprendió. Pero lo veo tan injusto. "Pero tú Marcos eres uno de los escritores argentinos más reconocidos en el mundo entero", seguía dando letra Pilar. Estaba enfurecida, pero no perdía la lucidez ni los buenos modos.
Y me quedé pensando mucho, me quedé pensando en cómo cuando uno ve las cosas de afuera -y vive afuera, como Pilar- es más fácil criticar; me quedé pensando en los intocables de la clase intelectual argentina, en la izquierda endiosada, en el falso gorilismo del que se acusa a todos los que no adscriben a la biblia peronista, socialista o montonera. Y que por decir todo lo que ella estaba diciendo cualquier intelectual argentino la hubiera acusado de gorila. Y sin embargo Pilar es una mujer de "izquierdas", eh. Se encargó de aclararlo bien cuando Mirtha se lo preguntó, tratando un poco de acallarla. De izquierda, sí, pero de la izquierda que habla de derechos civiles, de progresismo, de igualdad para todos. Y no de la izquierda autoritaria, que censura, que acalla a los que piensan distinto, que comulga con las dictaduras y con la violencia. Pero nosotros, en Argentina, todavía me parece que no aprendimos la diferencia.
Mucho gusto, Pilar, me encantó conocerla.
Y aquí, su sitio, justo con una nota que habla sobre nosotras, las mujeres de este siglo 21, rotas en mil pedazos, tironeadas por las múltiples exigencias, pero viviendo nuestra propia revolución.

lunes, 6 de julio de 2009

Provinciana y pueblerina

Hacía mucho, pero mucho mucho, que no me quedaba tanto tiempo en mi pueblo. Tanto como el que tengo planeado este año. Hasta el 26 de agosto como mínimo, no me mueven de aquí, de mi pueblito de calles y veredas anchas, de gente en bicicleta y de atardeceres eternos, casi que ni por turismo. Bueno, sí, una que otra escapada a Córdoba, y a las sierras, me la permitiré. O me la permitirá la epidemia-pandemia, hay que ver.
Siempre que volvíamos de nuestra estadía italiana, los últimos cuatro años, nos quedábamos en Córdoba capital. En la ciudad. La ciudad en la que Pablo vivió hasta los trece años, hasta que algo iluminó a su padre y lo trajo pa'l pueblo, para que en esos años de secundaria conociera a la mejor mujer que le podía tocar, ejem. El destino es el destino. La ciudad en la que estudié, trabajé y soñé vivir mucho tiempo. Trajín, tráfico, atropello, bullicio pero del lindo, quilombo universitario, marchas, gente apurada, gente que estudia, gente que trabaja en trabajos copados, tener un trabajo copado, cursos de lo que se te cante. Cultura, cultura, cineclub municipal, teatro, librerías, El Ateneo, ver a Julio Bocca en el San Martín, Drácula en el Comedia, a Ismael, a Fito o a Baglietto en el Orfeo, a la selección de básquet o a Atenas un día cualquiera, sentirse parte de esa marea de gente que se mueve... la ciudad tiene sus cosas.
Pero después llega Emilio, y llega otra Magui, llega maguimamá, llega la espera en córdoba, parir en la ciudad, pero escapar rápido a pasar el puerperio en el pueblo... y llega el año pasado, las vacaciones en córdoba que no fueron tales, llega sufrir por el smog, por sus bronquios cerrados, llega aguantar el encierro, y la soledad de toda esa gente metida en la marea urbana, en los mil cursos, y en sus trabajos copados. Y entonces toca imponerme y decir que estas vacaciones en el pago las quiero en mi pago real, las quiero en mi pueblo, las quiero junto a mi mamá, a mis abuelos, quiero mucho mimo y mucha familia para emilio, quiero que corra por las veredas anchas, que se encuentre varias veces al día con gente conocida, con amiguitos, que se revuelque en la tierra, que vaya con el titiclo a dar la vuelta a la cuadra, que vayamos al club, y a los patios, y a las piletas, que a pesar de la sequía vea tanto verde, que vea árboles y perros, que se cope con los gatos, que vayamos a los cumpleañitos de los hijos de nuestros amigos, y que el broncoespasmo esté, pero que sea todo, tanto más fácil.
Puede sonar hasta preocupante, pero lo estamos pasando tan bien. Que hasta escuché decir a Pablo, en medio de sus incertidumbres de estos meses de intervalo, "y bueno, siempre tenemos este oasis para volver".