miércoles, 27 de julio de 2011

martes, 26 de julio de 2011

Federica

Llegó nuestra princesita de la paz, llegó el angelito, estoy disfrutándola tanto, y al mismo tiempo tratando de que la carita de Emilio tristón no aparezca tan seguido, que la sensación de que algo le fue arrebatado para siempre se transforme en que algo maravilloso llegó para quedarse a su lado y compartir esta aventura de andar por el mundo.
Fue cesárea, el 21 de julio, me estaba quedando con poco líquido amniótico y la doctora consideró que era lo mejor. Me tomó un poco desprevenida, porque quería esperar el parto natural que no pude tener con Emilio, y presentía que hasta el 23 o 24 no pasaría nada. Pero todo salió muy bien y soy la mujer más feliz del mundo, aunque suene trillado, trilladísimo, no hay muchas más palabras para expresarlo.
Agradecida a la vida por tanto, no podía dejar de compartirlo con ustedes, que siempre me llenan de tanto amor.
No sé por qué no me deja cargar fotos el maldito blogger... prometo que de algún modo llegarán.

viernes, 1 de julio de 2011

entre el frenesí y la calma

Trato de que no, de que esta etapa del embarazo me sorprenda lo más tranquila posible, pero tampoco es tan simple.
Empieza julio y es el mes de su llegada. Mi Fede, mi Fede que patea bien fuerte como para que en medio del frenesí no nos olvidemos que está ella, ya casi que me la imagino, con carácter de leonina, volviéndonos locos de amor a su papá, a su hermano, y a mí (qué duda cabe!), sólo ella y yo sabemos cuánto ya nos queremos, cuán cómplices ya somos desde los primeros días en la panza.
Y ya confirmaron a Pablo en el mismo club, en una categoría más alta, dos ascensos seguidos, un reconocimiento merecidísimo, y sin embargo a veces me cuesta creerlo, me cuesta que sean tres años consecutivos en el mismo lugar, después de tantos desarraigos, y yo sigo con la coraza por las dudas, me encariño pero hasta ahí, que no es cuestión de hacerse tantas ilusiones, que mi corazón es tiernito y se sufre bastante, pero tampoco es cuestión de bajar para siempre las persianas de la amistad, que las relaciones y de las buenas se cosechan por todos lados.
Y empiezo a buscar acompañante para el viaje en avión con los dos críos, porque el marido se va antes, 10 de agosto a más tardar tiene que estar allá, y yo prefiero llegar en septiembre tranquila. Y mi mamá, claro, cómo no va a estar, es la primera candidata. Ella siempre está, aun cuando se deshaga en mil pedazos para cocinar, lavar ropa, hacer mensuras, firmar auditorías, dibujar en autocad, comprar fruta, llevar a sus padres octogenarios de aquí para allá, atender los reclamos telefónicos de cada uno de sus otros tres hijos. No sé cómo hace. Mujer maravilla si las hay.
Así llegás a nuestras vidas, princesa de la paz, eso dice tu nombre. Me aferro a vos y a todo lo que me quieras enseñar. Te espero y te espero. Todo el resto gira, da vueltas, vamos rápido, pero te aseguro que por dentro soy un mar calmo todo para vos.