lunes, 24 de junio de 2013

Hablando de itinerantes...

Dicen que viajando se fortalece el corazón... y nosotros el año pasado tuvimos el inmenso placer de conocer, en Buzios, a esta familia de franceses que están recorriendo el mundo en su casita rodante!!! Les recomiendo el blog, que está en francés, y les dejo el link en el que hablan de nuestro encuentro!! Los Manohé!!

domingo, 23 de junio de 2013

Y un buen día...

¡Volví! Varios factores me movilizaron, me sacudieron, me hicieron volver a encender la chispita del blog. Una, fundamental, necesito volver a escribir. Escribir me ayuda a pensar mejor. A organizar mis ideas. A mantener los pies sobre la tierra, pero también a tener las alas abiertas para poder soñar. Hace un año comuniqué (con bastante euforia, admito) que nos quedábamos, con mucha alegría pero también incertidumbre. Después de siete años de vida itinerante y de haber formado una familia con ese esquema de vida, con patrones, hábitos y costumbres italoargentinas, no tenía ni la menor idea de si este experimento de volver a las raíces iba a salir bien. Pero tenía muchas ganas de probar. Y así fue. Hoy mi euforia y mis ganas de vivir en Argentina a veces flaquean. Y muy seguido me castigo por eso. Pero no es fácil vivir en nuestro país, gente. Cada vez más seguido me planteo cómo hacen (hacemos) todos para vivir así. Con la inflación del 32%, los robos de los políticos en nuestra cara, los sueldos que no alcanzan, niñera para los chicos para que los dos padres laburen 10 horas por día afuera, simplemente para llegar a fin de mes. Y sí, está todo el resto: asados, amigos, familia, contención, risas, encuentros, buena onda. Pero el reniegue cotidiano no me lo estoy bancando mucho. Y más lo miro a futuro, peor lo veo. Cada vez que pienso en el alquiler, las boletas por pagar, la obra social, y las mil y una cosas de principios de mes, veo cómo se diluye lo que ganamos y cómo nos endeudamos con las tarjetas. Me odio por pensar así. No me permito no adorar la Argentina que tanto extrañé. Pero a veces la realidad me cachetea y no sé si esto es lo que quiero. Prepárense, la catarsis recién comienza.