lunes, 26 de mayo de 2008

neoboludismo y neologismos

no se dice huevear, se dice webear...
no se dice chatear, es chotear...
y si blogueo, en realidad bolugueo?

(profunda reflexión a partir de una discusión con mi hombre sobre cuánto me roban tiempo, para él y para la vida en general, mis actividades internetísticas!)

miércoles, 21 de mayo de 2008

Me pregunto...

alguien que cataloga a las mujeres por su kilaje, previa pregunta para indagar dónde cualifica la que suscribe, como para no herir susceptibilidades, ¿es digno de ser llamado hombre?

lunes, 19 de mayo de 2008

Huéspedes

Tenemos una nueva visita, llegó de Córdoba, un profe del gimnasio donde va Pablo (sí, malagata, el más cheto de nueva córdoba). Yo me enteré casi sobre la hora de su llegada y traté de tomarm tranqui la tarea de anfitriona. Limpié el sábado mientras el maridito me gritaba por detrás tirado en el sillón, diciendo no hace falta, no hace falta, sos una histérica, me casé con una histérica! y yo retrucando que lamentablemente si la casa estaba sucia la mala mujer irresponsable y malenseñada era yo, que el mundo machista en el que vivimos nos endilga todas estas cosas, que qué difícil es ser mujer y esa serie de reflexiones impulsivas en las que me acorralo cuando me veo en aprietos domésticos.
Es la tercera visita del año, y me propuse hacer mi vida sin desvivirme por él -aparte de que no lo conozco, pero a mí me gusta ser hospitalaria y solidaria con la gente que viene de argentina y espera una mano de nosotros- así que aquí estoy, pablo cambiando los pañales a emilio frente a mí, el hombre en cuestión hablando sin parar de sus clientes del gym millonarios y con vidas extraordinarias, y yo rogando a dios que cuándo se sacará el cassette, porque no sé si hasta el viernes llegará mi límite de paciencia.

jueves, 15 de mayo de 2008

extrañas sensaciones

tengo la extraña sensación de sentirme culpable por lo que te pasa,
siento que mi cuerpo te ha traicionado, que algo en mí no ha sabido ser el perfecto recipiente para tu cuerpito adorado, que sufriste en mis entrañas, que quién sabe por qué no te giraste, que mis caderas son demasiado estrechas, o mis abdominales duros (no parecían tanto che), vuelvo el tiempo atrás y te siento, te siento moverte hacia arriba contra mis costillas, tu cabecita redonda palpable bajo mi pecho, tus pies inquietos en mi costado, siento todavía el miedo inmenso, el silencio, la doctora hurgando dentro de mí, sosteniéndote con fuerza, moviéndote, moviéndome hacia un lado y hacia el otro, desencastrándote, desarmando con fuerza el puzzle en el que tu cabeza y mis costillas se confundían, diciendo qué metido que está, qué difícil, maniobrando hábilmente, estaba como un libro, con las piernitas estiradas contra la cabeza, mirá cómo te fuiste a acomodar... hasta el llanto liberador y milagroso.
y otra vez, no puedo evitar sentirme culpable porque, ¿por qué todavía no se soluciona? si tengo poco espacio en mi cuerpo para ser madre, si voy a inflingir sufrimiento a mis hijos, si los obligo a una situación incómoda en mi panza, a un parto por cesárea, a un forzamiento de sus caderas... ¿quiero que pasen otros seres por lo mismo?
me castigo y me asusto y me confundo y me pierdo en las sensaciones, hermosas y dolorosas del día de tu nacimiento, en tu cabecita aplastada extrañamente, en mi alegría y en mis miedos.
y sos hermoso, demasiado hermoso, falta poquísimo, no puedo evitar estar triste y sentirme demasiado culpable porque busco las razones y sólo las encuentro en mí misma, pero vamos, un tironcito más, un mes más, mamá te cuida, te abraza, te hace reír, te mima, te da la teta, con arnés, sí, pero mucha teta, muchos mimos, mucha alegría, gracias mi amor por enseñarme a no dejarme caer, a levantarme, a no sumirme en estos cuestionamientos sin sentido, gracias chicas por la buena onda y por la fe.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Día decisivo

Posteo rapidito, tengo trabajo atrasado y mañana miércoles me voy todo el día a Bari, por el control de las caderas de Emilio. Si todo anduvo bien (espero que hayan dado resultado todos los sacrificios, sobre todo de él que lo tiene que aguantar día y noche), tal vez le sacan el arnés!
Se aceptan plegarias, buenas ondas, cábalas, magia blanca, besos y soporte logístico en general!

sábado, 10 de mayo de 2008

Ultimo momento!


¡No puedo entrar a ningún dominio terminado en .blogspot! Espero que dure poco, porque si no el síndrome de abstinencia atacará de un momento al otro, maldito google! No puedo ni siquiera responder a sus comentarios, menos mal que a blogger sí puedo ingresar.
Qué grande madrehayunasola que me invita al encuentro blogger, pero el 7 y 8 de junio todavía, creo, estaré por aquí... dependiendo de las locuras y exigencias de los dirigentes. Parece que se les metió en la cabeza que todo mayo deberán estar entrenando acá, bajón total, entrenar sin motivación alguna. Lo único bueno es que tratarán de cerrar contratos para el próximo campeonato. Yo la verdad que de lo único que tengo ganas ahora es de irnos a Cagliari diez días (teníamos el pasaje comprado del 10 al 20 de junio, pero hemos tenido la gran suerte de que lo podamos cambiar sin pagar multa, así que lo adelantaremos todo lo que los benditos dirigentes nos permitan). Y después, subirme lo antes posible al avión para Argentina. Necesito urgentemente mamenguear un poco, hermanear mucho, amiguear otro tanto... manos, brazos y más brazos que me ayuden con Emilio, estoy mariconeando un poco este último tiempo, pero bueno, internamente algo me dice que me la banqué bastante bien.
En otro orden de cosas, y a propósito también de mariconeadas, quiero decirle a Compa (a raíz de su comentario en mi post anterior) que me tocó lo más profundo de mi orgullo femenino, y que SÍ me pongo las pilas para cocinar, querido exponente del sexo masculino. Miren que me agarra un ataque de amor culinario y les subo mis obras maestras de la repostería, todas juntas, eh. Ya lo vengo prometiendo, y amenazando, y sí, dentro de poco tendrán acá las muestras de mis habilidades gastronómicas. Es verdad, como también dice Constanza, que tooodas esas cosas que enumeré (incluido y especialmente el puchero), se pueden hacer aquí en Italia, pero te aseguro que la carne de vaca tiene otro sabor (casi inexistente), queda dura, y encima, es muy cara. Prefiero comprar pollo, pescado, o hacerme unos buenos guisos de lentejas!!!
Estoy disfrutando de un momento de soledad. Soledad hijística y maridística. Ante mi desesperante estado migrañoso, Pablo se ofreció raudo y presuroso a llevar al demonio demandante a la sesión de Playstation. Así yo dormía una horita y me dedicaba a terminar una nota para mi trabajo que tengo colgada desde ayer. Me juré no tocar blogs hasta no terminar el trabajo para aprovechar al máximo el precioso tiempo de libertad otorgado por mi cónyuge, y lo logré (recién terminada y entregada la nota, me aboqué a leer un par de blogs, hasta que saltó el maldito cartel que encabeza este post). Bendita y maldita migraña. Maldita porque hacía mucho que no la sufría, pero las que (digo, porque en su mayoría somos mujeres) la sufren, podrán entender lo que se siente. Todavía siento los vestigios de su paso, que me deja absolutamente atontada. No sé si será la falta de sueño (Emilio se despierta cada una hora de noche, juro que no exagero) o de cafeína (esta mañana obvié el café con leche matinal, y sé que necesito mi dosis diaria de droga). Pero bendita si sirve para sensibilizar al maridito, y lograr un respiro. Unas horas sólo para mí, sin demandas, sin gritos, sin correr de un lado para el otro entre pañales y baberos sucios. Viste Marce, al final, todas somos unas madres de mierda.
Ahora sí, me voy. Muy lindo todo, pero los estoy extrañando horrores a mis hombrecitos, que me esperan para dar una vuelta en el centro!

viernes, 9 de mayo de 2008

Para descomprimir un poco

1) Lomitos
2) Empanadas
3) Asados
4) Milanesas
5) Puchero

Ese va a ser el menú cuando volvamos a Argentina, decretó el marido.
O lo que es lo mismo, ránking de las comidas que más extrañamos.
Sobre todo cuando, como anoche, el hambre y la nostalgia atacan a la una y media de la mañana.

jueves, 8 de mayo de 2008

De bloqueos e iluminaciones

Ando con una especie de bloqueo mental. Mi dulce mitad (como les gusta decir a los italianos), de vacaciones totales, yo que me pliego a la pereza y al ocio poco creativo, sumándole a todo esto una X-box olvidada por algún compañero de Pablo en estos lares... podrán imaginar las jornadas y veladas familiares. El niño endemoniado parece estar atravesando la angustia del octavo mes adelantada, llora si no me ve, llora si no me huele, llora si no me escucha, una adicción total a mi persona, que a veces me llena de ternura, y otras me desespera. Creo que del bloqueo saldrá algo bueno. Hasta tuve la iluminación el otro día de que este período en Italia es sólo eso, una etapa, y que mi vida la quiero allá en Argentina, con mi gente, con mi historia común, con mi pasado, con mi tierra. Sí, hasta hace poco me sentía una hoja echada al viento, que iba y venía sin saber bien por qué, adaptándose, aguantando, extrañando, pensando a veces que estaba bueno estar acá y proyectar un futuro en Europa, otras tantas sabiendo que no me lo bancaría. Está bueno ponerle un sentido a todo esto. Y quizá ese sentido es ahorrar todo lo que podamos y soñar una vida allá. Ese sentido que Pablo repite hace años, pero que yo no terminaba de sentir como proyecto propio. Por demasiado burgués, por demasiado materialista, por... nena, crecé, nena, despertate, nena, nenaaaaa!!

domingo, 4 de mayo de 2008

This is the end, my friend

Y terminó nomás. Nada de milagros, ni cábalas. Finished. Kaput. Finito.
Bué. Habrá que cambiar el chip y empezar a mirar para otro lado. Para adelante. Lo que más me embola es que hay que empezar a pensar en embalar bártulos, en dejar la casa en condiciones (ehhh, eso que está ahí afuera es un balcón, y no forma parte de mi espacio habitacional por ende no lo limpio), en despedirse de gente, en la puta madre, quién sabe dónde estaremos el año que viene, y dónde vamos a parar en argentina, y yo decime una cosa, quiero realmente seguir con mi laburo, qué sé yo si quiero, si sigo por comodidad, o qué mierda, se vienen momentos de replanteos, de barajar y dar de nuevo, de elecciones, es la vida, sí, y está buenísima. Hasta cuando te da una cachetada. Porque te despierta y te desacomoda y te saca del sueño fácil que todo lo soluciona.

viernes, 2 de mayo de 2008

Hay luz al final del túnel


¿Cómo pasaron el día del trabajador? Raro, raro feriado así, de jueves. Yo empecé laburando hasta las tres de la mañana, para luego dormir un poco junto a Emilio, y tener un día espléndido de sol, primavera decidida, vamos nomás. Gracias Barbi, la amiga brasileña, por acompañarme y llevarme a pasear. A pesar de la contractura que a duras penas la dejaba caminar. Muy inútil me siento por no animarme a manejar más que en el pueblo. Pero convengamos que el autito que tenemos no es de fiar tampoco. Así que doblemente gracias. Cargamos los críos y fuimos a Trani, a un parque sobre el mar (el que ven en la foto de arriba, que así no dice mucho pero quizá si la agrandan se vea mejor). Nuestros maridos en Catanzaro. El cuco. El monstruo. Caminamos, charlamos, criticamos un poco a los italianos (latinoamericanas desagradecidas), divagamos otro poco sobre nuestras familias de origen, sobre la locura de su madre, sobre nuestras hermanas, sobre la maternidad. De cuántas cosas podemos hablar las mujeres ininterrupidamente sin cansarnos. Y ser incluso monotemáticas sin cansarnos. Felipe le sacaba chispas a su monopatín y Emilio roncaba en el cochecito. Después, sucumbí a la tentación y me deje conducir hacia el mcdonald's. Todo sea por Felipe. Que si no se aburre. Semi desastre porque Emilito tenía hambre y no tenían frutas. Yo no pensaba que el paseo se iba a prolongar así que no llevé papa preparada. La teta siempre salva. Claro. Y al final se entretuvo. En la sillita, con muchas cosas para golpear, para aplastar, para meter en la boca. Volvimos e hicimos cafecito en casa. Siguió la charla, encantadora, volviendo una y otra vez por los mismos carriles, pero siempre deliciosa. Una hora antes de las seis, la cita más importante del día, cada chancho a su rancho. Emilito dormía un simulacro de siesta y yo me instalé en la computadora. Transmitían el partido on-line. O sea. Jugada a jugada. Con texto, gente. Nada de imagen, ni de audio. Actualizaban cada 15 segundos, y fue una larguísima hora y media, en la que eché mano de los más inverosímiles amuletos. Abría vuestros blogs y dejaba abierto uno, luego otro. Si íbamos adelante, lo dejaba, porque traía suerte. Si no, lo cerraba y abría otro. Jua. Las pavadas que uno hace. No voy a decir quién trajo mufa, porque en realidad ni me acuerdo. Pero el de Compa, el de Marce y el de Laureana estuvieron abiertos largo tiempo soportando la hazaña! El de Malagata apareció al final, ni llegué a leer su largo post sobre la suegra, me lo guardo como postre, pero trajo la bendición definitiva! Ganamos, gente. Ganamos ganamos ganamos!!!! Por un punto!!!!
Ahora se puede empezar a sonreír de nuevo, a pasear, a soñar, a planificar las vacaciones en Cagliari, pero más adelante. La vuelta a Argentina. Pero más adelante. Nada de anticiparla.
A la noche me fui a lo de Barbi porque había que compartir con alguien tanta alegría. Nos permitimos una cervecita de medio litro a medias. Unas pizzas muy buenas. Y nos despachamos con panna cotta y por enésima vez, Notting Hill. Pero siempre es un placer. Siempre es un placer escucharte Hugh.
Volví como a la una, manejando el Clio destartalado, subiendo y bajando el cochecito de Emilio por las escaleras, poniéndolo en el huevito, atándolo con cuidado porque estaba mosca. Uy sí, se extraña papá. No es tan fácil andar sola de un lado para el otro con un bebito. Caminé la cuadra hasta casa. No había un alma. Y la noche estaba magnífica. Se respiraba primavera. Todo me sonreía. Y cuando a la hora llegó Pablo, más todavía. Tenía una sonrisita, según él, pícara, que no podía explicar. El domingo será el partido definitivo. Y ahora se puede ganar más que nunca. Y pasar a la semi. Y acariciar la final. Y soñar el campeonato.
Sí gente, me pegó fuerte la fiebre. Fiebre de play off.