domingo, 10 de enero de 2010

Mares

Los días de la Navidad aquí en Italia transcurren así, guardados, junto a la familia, se juega a la tómbola, al póker, o a los juegos de carta que se prefieran, se come mucho, se olvidan ciertos protocolos. Por ejemplo, el que impide que un director técnico tenga una relación estrecha con un jugador -como es nuestro caso- o un jefe con un empleado, digamos. Eso para los que son demasiado formales. O prejuiciosos.
Lo cierto es que nosotros nos las ingeniamos para encontrar invitaciones que nos hagan huir de esa sensación de orfandad que sobrevienen en las fiestas. La nochebuena y la navidad la pasamos en Patti, con una familia más que generosa, y dormimos en una casa que tiene esta vista.



El 26, que aquí es Santo Stefano y no sé por qué se sigue de ocio y de comilona y de reunión familiar y de guardado y de tómbola y de póker, fuimos a la casa del director técnico del equipo de Pablo. A romper protocolos y a disfrutar de una casa absolutamente increíble. Que te dan ganas de tener una casa. Una carencia que yo suelo no sentir. Pero miren lo que es esta vista. Imaginen un comedor con un inmenso ventanal y el fuego encendido en el hogar.




Ahhhh, la Sicilia tiene "unos" mares!!! Y eso que recién estoy empezando a explorar!

jueves, 7 de enero de 2010

Delicias de la web

Dos sitios que encontré saltando de blog en blog, de web en web.
A mí me alegraron el día:

Things we forget (anotar las obviedades, por más obvias que parezcan!)

The oat meal
(vean el del gato, el de la cerveza, el de las palabras mal escritas!)

sí, están en english.

Y ya que estoy, me voy con un papelito robado.

sábado, 2 de enero de 2010

La calma

A fines de 2008 creo yo haber estado atravesando algún tipo de crisis interna, qué sé yo, alguna de tantas. Vengo pensando esto desde que empezó diciembre, cuando me pongo a comparar aquel mes, la turbulencia de aquellos días, con la calma de estos. Esta vida gitana no es fácil, ya me queda cómoda la excusa, pero es la realidad. Y yo, creo como todos, necesito desesperadamente tener puntos de referencia, amigos, familia o pseudo familia, gente, gente con la que contar de verdad. Bué, aunque no sé si la crisis venía exactamente por ese lado, pero era como si tuviera hormigas en el culo. Necesitaba desesperadamente moverme, hacer cosas nuevas, escapar, huir... no sé bien de qué ni por qué.
Por ejemplo, ahora casi que me vienen escalofríos cuando pienso que me lancé como una loca a aquel mini viaje en París sola, con la mamá de una amiga (y Emilio), y después vino el súper micro mini maxi tour hasta Mónaco y Niza con paradas intermedias en Firenze y Génova para las fiestas. Con un nene de un año y meses... que de paso vivía enfermo.
No sé si habré quedado saturada de tanto mini tour el año pasado (o la temporada basquetbolística pasada, para ser más precisos), que se completó con innumerables visitas a Pompeya, varias a la Costa Amalfitana, Nápoles y sus pesebres, Roma varias veces, visita de muchos amigos, madre, suegro y amigos, luego viaje a Cerdeña, y concluyó con Madrid y Alicante, que ahora en este fin de año 2009 y comienzo de 2010 estoy disfrutanto mucho del sedentarismo, de lo bien que se la pasa Emilio en su nuevo hogar, de un poco de serenidad "ritrovata".
Quizá sea que este lugar tiene tanto de bello, de turístico, o simplemente "me gusta". Quizá sea sencillamente yo, que me estoy encontrando, que me empiezo a gustar, que me empiezo a querer más, que me siento reconciliada conmigo misma como mamá, como esposa, como dueña de esta vida; transición que no fue fácil. Y también el trabajo, que en diciembre llegó mucho, cargado y variadito, con cosas nuevas para descubrir y sentir que muchos esfuerzos valieron la pena.
Así empieza el 2010. Tranquilito, tranquilito. Pero feliz.
Espero, es mi deseo de corazón para este año que comienza, que todos y cada uno de ustedes puedan encontrar la serenidad y la plenitud en "ese" lugar del mundo y de la vida en el que estén plantados.