jueves, 10 de junio de 2010

0

aquí estamos, todo listo para partir... esta vez no derramé prácticamente ni una lágrima, aunque ganas no me faltaron. Es que los dirigentes ya le preguntaron a Pablo que para cuándo quiere el pasaje de vuelta, que el 15 de agosto debería estar acá, si nosotros venimos con él o después cuando tengamos ya la casa, la señora propietaria me dice que a partir del 1º de septiembre (cuando se van los turistas que ya empiezan a transformar la ciudad) ella ya me puede dejar la casa, entonces es un "arrivederci" con todos, ni quiero pensar en la remota posibilidad de no volver. Quiero por una vez sentir que sí, que voy a volver a entrar a esta casa y a sentir el mismo olor, y caminar las mismas calles y saludar a la misma gente. Este año parece que sí, que mi pedido va a ser posible. Y después de cinco años de inviernos seguidos, ya estamos programando un verano siciliano, el que viene. Porque lo que degustamos de este inicio fue demasiado tentador. No sé si logrará vencer mis ganas siempre inmensas de volver a mi país, a mi familia, a mis amigas, ese fuego como siento ahora, una ansiedad y una emoción que me sube por la garganta y me deja una sonrisa estampada en la cara todo el día. Quizá podamos llegar a un punto medio, verano siciliano y también escapada a ver a la familia, en lugar de dos o tres meses, un mes. Esos son los planes. Esas son las ideas. Hay que visualizar, visualizar, visualizar. Así dice El Secreto, ¿no? Me están evangelizando al marido en el arte del pensamiento positivo y el coaching. Y debo decir que no le viene nada mal.

miércoles, 9 de junio de 2010

-1

Pongo el despertador a las ocho como para no quedarme dormida, pero en realidad ya está casi todo hecho, las valijas, la casa vacía, los vidrios relucientes, la cocina también. Queda sólo limpiar media heladera y lavar los pisos a conciencia. Y una pequeña lista que hice anoche. Sin embargo, a las seis ya empiezo a dar vueltas en la cama y la ansiedad no me deja seguir acostada más allá de las siete. Es como cuando tenía la cesárea programada de Emilio. Cuando se espera tanto, tanto del otro lado del umbral, no podemos quedarnos impasibles aquí. Mi cabeza ya está volando.
Por eso ahora escribo. Mi intención era hacer una cuenta regresiva pero el tiempo material no existía. Volaba cada vez que me sentaba frente la pantalla. Y los reclamos de Pablo eran válidos. Con una casa entera por desarmar y tanta gente y tanto mar por despedir, el tiempo frente a la pantalla era demasiado precioso.
Así que con el -1 me despido, sólo por ahora, de esta temporada siciliana, de un año que me dio tanto, en el que crecí tanto, un año lleno de felicidad y de encuentros. Sobre todo, conmigo misma.
Gracias por estar ahí.

martes, 1 de junio de 2010

Véanla, véanla, vedla, por favor!


Hacía mucho que no me dormía con una película. Desde la de Dorian Gray, creo, ésa también es recomendable. Avatar la vi toda cortada, porque nos dormíamos ambos, Pablo y yo. Pero genial, qué más se puede decir. Ya creo que se ha dicho todo.
Anoche, decidiéndome finalmente a bocharle al señor de la casa la enésima película del combo ciencia ficción-acción-balas, con Milla Jovovich como no sé qué especie de luchadora andrógina (porque siempre le dan esos papeles últimamente, pobre), me planté y le dije: "yo sé que no te va a gustar, pero ya es una batalla perdida: las que te gustan a vos, no me gustan a mí". No logramos encontrar el punto medio, salvo con esas estilo Avatar o Dorian Gray que tienen condimentos mixtos. Somos los dos bastante estereotipados, parece. Vengan sociólogos del mundo a estudiarnos. A él le gustan las pelis demasiado masculinas. A mí las típicamente femeninas. Ah, me faltó Hachiko en el medio (ésa también la vimos los dos), con la que me gasté las últimas reservas de lágrimas que me quedaban.
Y así me acomodé a mirar Julie&Julia, de la que había leído algunos comentarios por ahí, y sabía definitivamente que "me iba a gustar". Pero me gustó más de lo que pensaba. Me hizo reír. Muchas veces y hasta a carcajadas. Me hizo llorar pero sólo de emoción genuina. Me hizo identificarme con esas dos mujeres, en sus grandezas y también en sus pequeñas miserias.
Esta peli va dedicada a ustedes, estoy segura, segurísima de que les va a gustar.


Aquí
, si tienen ganas de leer en inglés una linda reseña sobre las lecciones de Julie&Julia.

Ah, y si alguien vio la de Uma Thurman que hace de mamá blogger por favor, avísenme si vale la pena (aunque si no valiera la pena, sé que la voy a ver igual, je, de puro testaruda).