Te podría decir que mi vida sigue igual. En este momento estoy trabajando, Pablo se fue a entrenar y llevó a Emilio a la guarde. Pero no, no, creo que no te puedo engañar. Tanto silencio en el blog no puede más que insinuar algo.
Mi abuelo se hace nebulizaciones en el baño, mi abuela está terminando de coser el pintorcito de Emilio para la guardería nueva, mi mamá va y viene de la municipalidad al Banco, llama sin pausa para concertar citas de auditoría, y al mismo tiempo piensa en el almuerzo para todos...
Si no fuera por eso, y por los asados todas las noches, reuniones con amigas todos los días, yoga, pilates, tenis (y hasta canasta!!!) te diría que sí, que mi vida sigue igual.
Igual, pero tanto, tanto más acompañada.