martes, 29 de abril de 2008

Una de cal y una de arena

Estoy muy cansada y había empezado un post que pintaba largo, pa' variar un poco, pero entre las muchas cavilaciones y sucesos requteimportantes de estos días, quiero comunicar que:

1) andamos de capas caídas, por esto (si capishe?)

2) emilito está súper bien, ya parece recuperado del todo. Como lo y los quiero tanto, les dejo mi dirección de youtube para que vean el último videito, y de paso chusmeen los otros.

Arrivederciiii!!

martes, 22 de abril de 2008

Hermanos



Angie, Ana, Magui y Alvaro, con el perro Cobre, en la casa de los abuelos en Morteros
(allá por 1988).

Resulta que el otro día con mi hermana Ana hablábamos del nido vacío, del asunto éste que nuestra hermana más chica dejó el depto de estudiantes que compartimos durante mucho tiempo en Córdoba (digamos la entidad afectiva, porque el inmueble en sí es nuevito, fue mutando a lo largo de los años) y se fue a vivir a Buenos Aires con su prometido. Sí sí, Angie, mi hermanita chiquita. Y me afectó bastante. A lo que Ana con bastante razón retrucaba que cuánto te puede afectar a vos que estás allá lejos y ya te fuiste hace rato, igual que a mamá, no lo entiendo mucho. Pero coincidíamos las dos mujeres mayores de nuestro matriarcado, entiéndase mi madre y yo, que ese lugar es una extensión de nuestro hogar, a los 18 años nos fuimos de casa, sí, pero a ese otro nido seguro, lleno de nuestros vínculos y nuestros códigos, no cortamos el cordón para nada. Y ahora ahí sólo están el retoño menor, sexo masculino: mi hermano Alvaro; y ella, Ana. Es bastante duro. Es la primera vez en mi vida que vivo sin alguna de mis hermanas me decía la sobreviviente al éxodo. Y tenía razón, no me había dado cuenta.
No me había dado cuenta cuánto pueden estar unidas las personas y aferradas a un espacio por más inmaterial que sea. No me había dado cuenta que me afectaba también porque ése es mi lugar para volver a su vez. Ese depto chico, apretujado, desordenado, donde casi siempre reinaban los gritos, pero también las conversaciones eternas, era mi hogar. Hogar, cómo decirlo, hogar materno, paterno. Ya sé que hogar es el lugar donde yo esté con Pablo y Emilio. Sin dudas. Pero mientras hagamos esta vida de gitanos, me gusta saber que allá en Córdoba van a estar mis hermanos con una tarta siempre en el horno, con sus dvds de friends y de lost, y la música para limpiar de Angie; Ismael, Calamaro, Sabina, Cerati, sonando en la notebook de Ana; Alvaro con su bajo y su guitarra y sus canciones,. Y el mate amargo siempre listo. Es raro y esta vuelta a Argentina me va a resultar extraño no poder verlos a los tres ahí. Decir voy a la casa de mis hermanos y que uno ya no esté.
Angie, a pesar de ser la más chica, creo que fue la que mejor lo entendió. Me dijo, es la ley de la vida, Maguita. Y no me quedó otra que asentir.




Ana, Magui, Angie y Alvaro, Emilio en la panza, en el depto de Córdoba (agosto de 2007).

domingo, 20 de abril de 2008

Síndrome de abstinencia

¿Cuánto hace que no posteo? ¿No hace mucho, no? Pero pareció una eternidad, necesito desesperadamente comunicarme con la blogósfera, las palabras me salen a borbotones, en estos días -créanme o no- armaba posts en mi cabeza y me contestaba sola, jua, esto es grave, se está haciendo cada vez más adictivo, como leía hace poco en el blog de Constanza.
Pero es que pasaron cosas, cositas cotidianas de las que me encanta compartir con ustedes, como por ejemplo, que compré alcauciles, un enorme atado, por dos euros, y que estuve disfrutando ese sabor único por días y días, hoy herví los últimos para que no se pongan feos y los guardé en un tupper, hasta tuve la tentación de freezarlos, je, pero no, mejor los fulmino apenas pueda. Y quería contarles que los alcauciles me recuerdan tanto mi infancia, a mi papá. Que comer alcauciles en mi casa era una fiesta. Se conseguían a veces, pero eran todo un evento. Acá en Italia les sacan las hojas más duras, las puntas, y dejan apenas el corazón con unas pocas capas de hojas tiernas. Mi mamá creo que les dejaba más. Y toda la ceremonia de la comida de alcauciles era ir paso a paso, con paciencia, deshojando la delicia, pasando cada hojita (¿o pétalo? porque creo que es una flor, ¿no?) por una vinagreta que cada uno se preparaba en el plato. Y mi papá había impuesto la costumbre de levantar el plato desde un ángulo, con un cubierto, no me acuerdo cuál, entonces así, con el plato inclinado, te quedaba el aceite, sal y vinagre magistralmente mezclados en esa parte, y allí embebíamos las hojitas más duras, y después las rasgábamos con los dientes, para sacar lo más rico y dejábamos el montoncito de los restos a un costado. Bastante salvaje y primitivo ahora que lo pienso, la verdad. Pero era una fiesta. Algo súper divertido. Y guay de querer anticiparte y comerte el corazón de una. Perdía toda la gracia. Yo veía desesperada que mi papá llegaba siempre más rápido al corazón (lo verdaderamente delicioso del alcaucil, a decir verdad), y me daba una sana envidia, y apuraba mi procedimiento. Qué lindo, qué lindos recuerdos. Ahora los hice a la italiana, me tomé todo el trabajo de limpiarlos (el primer día lo hizo Pablo, gracias, gracias, porque andaba sin tiempo y se iban a pudrir en la heladera), pero valió la pena el esfuerzo. Ah, entre las delicias alcaucilescas de estos días hice una salsa para la pasta, con cebolla roja saltada, jamón cocido y ricota, que quedó bárbara con los fusilli!!
Pero el evento de estos días fue que Emilio se enfermó. La gran puta madre. Tengo que hacerlo. No me gusta putear pero lo merece. Y eso me tuvo tan conmocionada y absorbida, me partió el alma. Me sentí una perra por el post de mea culpa anterior, la que tiene que hacer mea culpa soy yo, madre desmadrada. Cómo no me di cuenta. Es tan fuerte mi gordo y tan activo y tan demandante, que no se me cruza por la cabeza que pueda estar enfermito. El miércoles no quiso almorzar, no comió nada de la papilla que le preparo y que siempre se devora, y lloraba fuerte fuerte cuando tenía que tragar. Lloraba, se quejaba. Estaba lindo el día y dije, saquémoslo al parque porque acá en casa va a estar insoportable. Pablo entrenaba a las seis y a mí también, hasta las seis no me mandaban las páginas del trabajo. A natación no iba porque era el día que entrenan dos horas y tampoco soy suicida. Y allí fuimos. Preparamos el bolso, con el mate, el termo, galletitas, y caminamos hasta el parque. Es un poco lejos y generalmente vamos con el auto, pero entre otras cosas que pasaron en estos días, se le rompió la única llave del auto a Pablo, se quedó con la mitad en la mano. Así que sin medio de locomoción. En el parque el gordo estaba feliz, parecía súper contento. Lo pusimos sentadito sobre el césped. Me subí a la hamaca con él. Pablo lo tiró por el tobogán, sí, está un poco loco, pero lo controlaba, no se asusten! A la noche estaba muy colorado y se me ocurrió que estaba insolado, que había tomado demasiado sol. Le empezó a subir la fiebre. No comió de nuevo, la papilla de la noche. Sólo teta, teta. Menos mal que la teta sí. Grande teta, cada vez estoy más contenta de poder amamantarlo. Se durmió con gran dificultad y en mitad de la noche, en sus despertares habituales, volaba de fiebre, me desperté desesperada, tenía 39. Nunca vi a Pablo así, tan asustado. Lo amé tanto en ese momento. Llamé a mi mamá, era medianoche en Argentina, y ella me tranquilizó. Le di paracetamol, Pablo le ponía pañitos de agua fría mientras yo le daba teta y le bajó rápido. Al día siguiente, seguíamos sin auto, y llamé a la pediatra por las dudas, a ver si podíamos solucionarlo sin ir personalmente. Y sí, lo medicó por teléfono. Antibiótico, nebu, y paracetamol para la fiebre. Hoy es domingo y anoche por fin durmió sin fiebre. Con sus despertares habituales, pero sin fiebre. Tiene mucho catarro y tose y le sube la flema y vomita todo. Son pequeñas catástrofes y como padres primerizos nos asustamos mucho. Aparte no hay abuelas sabias, ni tías, ni bisabuelas, ni nadie de la flia para que nos den esos consejos que por lo general molestan, pero en cierto modo tranquilizan. Je. A Pablo nunca lo vi tan convencido de lo que decía su suegra-madrastra como esta vez. Nunca sus palabras fueron más sabias ni sus consejos más bienvenidos.
Así que acá estamos. Hoy es domingo y Pablo juega de local, y por primera vez desde que llegamos la mascotita no estará presente para hacerles el "tifo" (la barra). Lo tengo encerrado bajo cuatro llaves a pesar de que afuera el tiempo está hermoso. Está ronquito y nos da mucha ternura. Se deja hacer nebus cuando le ponemos teletubbies que dicho sea de paso ya se ven mal de tanto que usamos los dvd, estamos bajando otras cosas de internet porque ya estamos completamente hartos de escuchar a lala, dixi, tinky winky diciendo ciao, ciaooo, taooo... encima tenemos sólo canales de aire, nada de disney channel en casa. Pero cuando está mejor juega, juega en la alfombra, hace qué linda manito, se ríe. Y hay otros momentos en los que sólo quiere estar pegado a mí. Me abraza, me aprieta, se queda tranquilo en contacto conmigo.
Fueron días en los que me dediqué completamente a él, a su cuerpito afiebrado, a sus reclamos. Y días en los que aprendí tanto. Ya se está despertando y me reclama. Creo que un poco del síndrome de abstinencia logré ahuyentar.

miércoles, 16 de abril de 2008

Mea culpa


Tomo la posta yo, porque mi mamá está muy dolorida, la cabeza le explota, tiene heridas de guerra de natación, dolor en la espalda y las costillas, y yo encima no la dejo dormir de noche, es que me gusta mucho que me mime, me agarre en brazos y me dé la teta!

Acá me ven, cumplí seis meses, ya me siento solito, juego mucho con los chiches, agarro todo y me lo llevo a la boca, soy muy activo, y no veo la hora que me saquen el arnés para poder liberarme definitivamente (en la foto, fue uno de mis momentos diarios de liberación).

sábado, 12 de abril de 2008

Familiares y amigos...


Porque su música me cura siempre. Me cura de nostalgia, de desánimo, de desamor, de incertidumbre, de desengaño.
Porque es un poeta inmenso. Porque es uno de los pocos artistas del que me conozco todas las canciones y estoy orgullosa de ello.
Porque es un gran hombre.
Porque estuve prácticamente enamorada de él, y Pablo lo sabe.
Porque casi lo bautizo Ismael a Emilio. Por él. Claro.
Porque sus recitales, compartidos con mis hermanas en Córdoba, son uno de los mejores recuerdos que guardo de mi época pre-hijo.
Porque anoche hablando con Loli me dijo que la semana que viene está en Barcelona y que ella estuvo allá la semana pasada y me pensó tanto, que qué bueno hubiera sido si pudiéramos ir juntas. Pero ella está en Cagliari, yo en Bari, y Barcelona a mitad de camino. Pero ya es tarde.
Porque inmediatamente me puse a buscar los próximos conciertos, y estará en Córdoba, mi Córdoba, el 28 de junio.
Y ya me pongo en campaña para que Ana, mi hermana, saque las entradas para que allí estemos, aunque yo llegue el 27 y todos estén organizando asados y joditas de bienvenida. Y que seamos tres más uno. Las hermanitas, y el hijo.

miércoles, 9 de abril de 2008

Ahora sí

Ahora sí que te quiero ver.
Si antes andabas cansada, ahora, vamos a ver denserio cuánto te la bancás.
Calavera no chilla, señorita. Bah, señora. Aunque no me gusta. Ni me lo dicen, salvo cuando estoy con el chinito endemoniado.
Querías y tenías que empezar a hacer algo por tu cuerpito de madre. Sí, de madre, pero también tuyo. De madre pero también de mujer.
Empezaste esas caminatas con el cochecito, zarandeando al endemoniado para todos lados. Estaban buenas, pero a los dos días de volver cuerpito gentil, bucito a la cintura, toda acalorada, cayeron los dos con gripe. Señorita mamá y señorito hijo. Allá quedaron, archivadas, recontrarchivadas, en el cajón de la memoria, con todo este largo invierno gris que ya nos tiene podridos. Literalmente. Podridos mohosos de humedad.
Los aparatos te parecen aburridos. La aeróbica muy boluda. Necesitás una amiga, una motivación. Correr no. Con Loli en Cagliari, qué bueno estaba. Y aparte estamos en la misma que con las caminatas. Spinning ni se te cruza. Si sólo pudiera nadar... Y por qué no nadar. Che cuándo es que entrenan ustedes. Y cómo es. Cuántos metros. ¿Me la bancaré? Probar no cuesta nada.
El lunes parecías la nenita que eras 20 años atrás. Esos días extraños de noviembre cuando el cole no terminaba pero la pile ya empezaba. Y te probabas la malla. Y los mismos nervios de entonces. ¿Me entrará? Entró nomás, y eso que es la misma que llevo paseando ilusa desde hace tres años, valija tras valija. Porque sí. Porque ya voy a empezar a entrenarme en serio. Porque a mí si hay algo que me gusta es nadar.
Y ahí estás ahora. En este baile. Y estás toda achacada a la tarde, pero a la noche ya te sentís como nueva. Y te despertás con más energías. Y sobreviviste a esa hora y media que no lo ves. Y él también sobrevive, quedate tranquila. Y el padre está más que feliz. Se hicieron más amiguitos. Y volvés desesperada por tenerlo. Y ahí, cuando te abraza tan fuerte, cuando se refriega contra tu pecho con tanto amor, con tanta ansia de vos, entendés que sí, que sos la misma.
Sos mamá y también podés nadar. Una hora, dos horas al día.
Ahora sí que se está poniendo bueno.
Uf, qué felicidad.

lunes, 7 de abril de 2008

Realismo mágico, y brutal

La realidad le suele ganar a la ficción. A veces, por goleada.
Claro que cuando la liberaron hasta Oliver Stone quería estar presente.
Estoy pasmada, conmocionada, con un nudo en la garganta todavía.
Sabía algo de la historia de estas dos mujeres, Clara Rojas e Ingrid Betancourt, secuestradas por la FARC en Colombia.
Pero me topé con esta nota y después con ésta y ésta y ésta, y ya saben cómo es el mundo virtual.
Hasta hay un libro escrito sobre el tema, cómo para no.

viernes, 4 de abril de 2008

Juliana mamá


Hoy mientras limpiaba los dos baños de casa*, preparaba la comidita de Emilio, después la nuestra, lavaba los platos, pasaba el trapo por la escalera, sacaba la ropa del lavarropas (tendió él, nótese el detalle), le lavaba la carita al gordo, iba, venía, tratando de entretenerlo, me entró una rara sensación. Me estaba sintiendo plena. Feliz. Che, esto me gusta. O me está gustando, mejor dicho. ¿Es una mala señal? ¿Me estará gustando ser ama de casa? ¿Ser simplemente "mamá"? Me sentía como jugando a la casita. Pero... ¿yo? ¿Yo que me devoraba las Mafaldas, adorándola a ella, y a ella, pero menospreciando a ella? ¿Yo, que jugaba a la casita, sí, pero apenas podía me hacía pasar por el papá, para poder salir de casa e ir a trabajar? ¿Yo que prefería jugar a la maestra para mandonear un poco a mis hermanos y enseñarles a leer y escribir? O a la radio. O a armar libros. O a vender revistas en un kiosquito improvisado con mi amiga Andrea. O a la oficina Women (juaaaaa, ese nombre). O a ser diseñadora de modas. O arquitecta. O médica. ¿Y las valijitas de Juliana? ¡Yo, la Juliana doctor!** Aunque la Juliana mamá venía con pañal y todo, yo la miraba de lejos nomás. Me parece que ahora, la estoy mirando cada vez con más cariño. A la Juliana mamá, a esta Maguita mamá.


* sí, a mi marido este año le pintó que necesitábamos un rancho cómodo y le mangueó a los del club una casa de dos pisos... divina... sobre todo para limpiar.

** ahora está la de periodista! en ese entonces no.

jueves, 3 de abril de 2008

En ésta me prendo...

Bueno, como verán al costadito, recibí dos premios de Mamy Gry y uno de Tusitala, éste último por el "esfuerzo femenino", cosa que me he tomado muy a pecho, y agradecido profundamente, porque parece que las trasnochadas y los lamentos blogueros han tenido eco. El demonio noctámbulo de mi hijo no se da por aludido, no tiene piedad, pero la comunidad bloguer sí. Thank you, grazie, merci!! (y se me acabaron los idiomas).
No sé bien las reglas de este juego, pero decidí prenderme a mi manera. No me importa si ya fueron premiados, es mi forma de reconocerles y agradecerles "por existir".
Paso los tres premios, Calidez (es explícito el nombre), Dardo (este sí que no sé qué es lo que premia, pero bué), y Esfuerzo femenino a mi top five blogueril. Yo no tengo blogroll (porque me parece que la lista de blogs favoritos es algo muy dinámico, va cambiando, no creo que pueda mantenerse siempre igual, aparte sería larguísimo!!!), pero si lo tuviera, estos cinco estarían fijos, que no quepa duda.
Los tres primeros son los blogs que me están más "a cuore" porque fueron los primeros que descubrí, los que me acompañaron aun cuando no tenía el mío, con los que me identificaba, soñaba, discutía, me ilusionaba y todavía lo hago hoy:

No me importa si me visitan o no, si me comentan o no, si postean seguido o no, yo las sigo siempre. Fue amor a primera vista y ahí me quedé. Un clásico en mí, de mi personalidad. A partir de los de ellas encontré muchos otros blogs que hoy visito seguido, o me visitan a mí, y que aunque no premio, saben cuánto me gustan y les tengo afecto, porque siempre me tienen en sus comentarios!!

El cuarto es el de Marian, porque me sorprendió cuando me visitó por primera vez, uno de los primeros comentarios, y encontré su blog y dije "cómo no la había descubierto antes!!". Y ahí me quedé también. Me encanta!!!
El quinto es el de Marce, porque ya sé, aunque está llena de premios, yo no puedo dejar de reconocerle y agradecerle por postear todos los días, y tan bueno. Cantidad y calidad!

Ahí están, ellas son... mis premiadas! Sirva también a modo de recomendación para todas y todos los que no las conocen, aunque lo dudo!