lunes, 27 de diciembre de 2010

¿Hay alguien ahí?

Pssst... volví... si es que hay alguien ahí todavía.
Me fui, volví, cargué pilas, había llegado a un momento de hastío casi con todo. Creo que el aire del volcán activo más alto de Europa (el Etna, pero no me digan que Mungibeddu, el nombre en siciliano, no es mucho más lindo) le dio una buena sacudida a mi espíritu.
Ando con muchas más ganas de todo, y en ese todo también está el blog. Así que aquí estoy, bienvenida de vuelta a mí misma.
¿Hace falta que les diga que espero que hayan pasado una navidad en paz? Yo tuve exactamente lo que quise, paz, amor, familia, y cambiar de aire. Ah, y también juegos en la nieve!! Hasta culipatín. Increíble esta Sicilia, que en poco más media hora te lleva de la nieve del volcán a la brisa templada del mar. Sigo enamorándome de esta isla, sigo agradeciendo todas y cada una de las oportunidades, sigo extrañando horrores a todo lo que está allá, al otro lado del océano... tanto que hasta me da cosa nombrarlos. Pero el balance es siempre positivo.
Dejo dos videítos de mi hijo, madre babosa si las hay, pero creo que si vuelven por acá es que algo de simpatía por mi niño les he creado, si no ya se hubieran ido hace rato!!!!
Verán que Emilio está totalmente enamorado de Dios, tengo miedo de que en la escuela esas maestras tan angelicales sean en realidad enviadas malditas de alguna secta... pero él está tan feliz, que en realidad poco importa.





lunes, 15 de noviembre de 2010

Yo quería contar...

Hace ya como una semana, que estoy dándole clases a una chica de 19 años, que se llama Giulia, y está enamorada de la Argentina. Sería injusto decir que estoy enseñándole español, porque esa chica es un genio de los idiomas, y parece que tuviera inyectado el gen porteño, es una argentina rioplatense hecha y derecha, con una memoria formidable, y tanta tanta alegría y entusiasmo y buena onda, que la verdad que es un placer tener un trabajo así. Pero en realidad es siciliana. Podría hacer un blog entero dedicado sólo a ella y sus historias. La novela de Giuli, le digo cada vez que nos encontramos. Pero quizá baste con decir que fue dos veces a Argentina y decidió que se quiere ir a hacer la carrera de publicidad en la UADE. En realidad lo que estoy haciendo es prepararla para el cursillo de ingreso, que por suerte, es idéntico a lo que yo hice para entrar a mi facultad. Los límites cuando uno da clases, y cuando uno se identifica tanto en la persona que tiene adelante, son demasiado difusos, casi inexistentes. En un principio quise poner distancia, pero ahora ya es como que no me importa. Termina la clase y me la traigo a tomar mate a casa para que haga tiempo hasta que venga el tren. Si yo decía en el último post que estaba anestesiada, juro que la llegada de Giuli a mi vida me despertó y me sacudió, me llevó hasta aquella adolescente de 18 que fui, hasta los sueños de aquel entonces, tantos, tantos hechos realidad. Y qué bueno poder transmitirle que sí, que se puede correr tras lo que uno siente, tras lo que uno de verdad quiere. Que después de todo, yo lo hice. Y tan, tan mal no me fue.

lunes, 1 de noviembre de 2010

¿Anestesiada?

A veces siento que ando así como anestesiada, que me atiborro de trabajo, digo sí, sí, sí, me empeño por estar ocupada, me zambullo en la rutina, me aíslo y me alieno. Me anestesio. No es otra la palabra. Me desconecto de mis sentimientos más profundos y funciono como un robotito. Feo. Esto de no escribir en el blog es un poco parte de ese proceso de anestesiamiento. Mecanismos de defensa, caparazón para sobrevivir a tanto destierro.
Ah no, no era que habías dejado todo eso muy atrás desde que llegaste a Sicilia.
Y parece que no tanto. El equilibrio sigue estando, pero bastante seguido me pregunto a qué costo.
El sábado pasado tuve una descompostura fea, de esas que te dejan tiritando, con fiebre y vómitos, de esas en las que te duele hasta el alma y que te deja apenas con ganas de gritar mamáaaaaaaaa! Lástima que era al revés. Era a mí a la que llamaban del otro lado de mi delirio, y los ojos celestes de mi crío los que miraban insistentes para que me levante de la cama, hasta que nada de eso funcionaba y me arrastraba directamente con el brazo para que lo lleve "a la plaza, a algún lado mamá". Esos son los días en los que te sentís tan sola. Claro que conozco gente, claro que tengo amigos, o conocidos. Pero en esas circunstancias límite se cuentan con los dedos de una mano los que pueden estar ahí, haciéndote el aguante, y haciéndote sentir cómoda y tranquila. Seré jodida yo, será resistencia a pedir ayuda, será más caparazón, será algo de omnipotencia.
Algo de eso hay también en mi insistencia en hacer malabares para tener la casa limpia, trabajar diez horas por día, cocinar, cuidar a mi nene y ser además la mujer más cariñosa del mundo con Pablo. Y no boluda, todo no se puede. Ya decidí, vendrá una señora una vez por semana a darme una mano y limpiar bien todo, como para que yo después mantenga y listo. Basta, se acabó. Prioridades son prioridades, y no puedo andar volviéndome loca todo el día atrás de las pelusas por quién sabe cuántos prejuicios tengo sobre el tener empleada en casa... es una mano y punto. Necesito ayuda. Sí. Necesito ayuda. Acá, en esto y ahora, y en tantos otros aspectos también. Vamos, ejercitate, decilo.
El otro día soñaba que era el cumple de Emilio (de hecho, fue) y que había hecho la fiestita (la hice, primer festejo italiano!) y que me había olvidado de invitar a los hijos de mis amigas, sí, de mis amigas del alma... ninguno de ellos había venido (y claro, están del otro lado del mundo). Ni de los amigos de Pablo. Qué desesperación. Qué impotencia. Y trataba de darles explicaciones de que no entendía por qué, pero me había olvidado. Y no había vueltas que darle.
Ojo, yo estoy agradecida a la vida por todas las oportunidades que me dio este yirar por aquí y por allá. Y si pienso en ocho años atrás cuánto añoraba este momento y me veo flaca escuálida corriendo los colectivos para ir a ver a mi amor cada vez que podía, haciendo 400, 700 o 1500 kilómetros, puedo decir que sí, que todo eso valió la pena.
Es sólo que a veces cansa esta lejanía, este no estar cuando viene tu amiga del sur, cuando operan a tu otra amiga, cuando la panza en la que está tu futuro ahijado crece, cuando tus dos hermanas van a ser orgullosas testigo de casamiento de sus amigas, cuando es el día de la madre y te das cuenta la mamá inmensa que tenés, que viaja a ver ella a sus tres hijos porque ellos no pueden ir a verla en "su" día, y no las ves, no les ves la cara radiante, no ves las lágrimas. Podés sólo intuirlo en las voces, en las palabras, en el chat.
Son elecciones, cada mañana cuando siento ese cosquilleo que empieza a crecer amenazador en la panza, me digo eso... son elecciones, Magui. Y todo tiene una razón de ser. Por ahora me la banco. Llegará un día en el que no me la bancaré más.
Uf, creo que estos eran varios posts que tenía atragantados.
Pero todo bien eh, linda la Sicilia todavía en noviembre. Sigo de mangas cortas. El tiempo, siempre el tiempo, como para alivianar.

martes, 19 de octubre de 2010

Ajá...

Acabo de enterarme que todo eso que hago yo mientras evito ponerme a trabajar inmediatamente cuando abro la compu, o cuando me tomo un break, o siempre que necesito evadirme un poco, se llama procrastinar. Nombre feo, eh. Ya demasiado culpable me siento, como para que cada vez que abro un blog me pareciera encima que me estoy prostituyendo.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Notas al pasar

- Hice nota sobre Twitter y salí corriendo espantada, no vaya a ser que me atrape en serio. Me metí tipo trabajo de campo antropológico y todavía no sé si que Cristina, Macri, Chávez y todo el resto de los políticos tengan un Twitter tan abierto y "espontáneo" (hasta infantil, a veces) es bueno o malo.
- Lo de la nueva escuela de Emilio es todo un éxito. Se levanta temprano, pide que lo vistas, llega corriendo y pregunta "C'è Tommaso?" (al principio era "¿Está Tommaso?)... y se manda para adentro, a veces vuelve corriendo porque se da cuenta que se olvidó de darme un beso. Me parece que el motivo de los llantos con la guardería de antes era que los padres no se lo tomaban en serio. Mea culpa.
- Sigue haciendo entre 25 y 30 grados, ayer el mar estaba planchadito como una pileta, y Emilio chapoteó feliz como una hora. Llegué a sacarlo a tiempo porque el nubarrón que se venía parecía El día después de mañana... y mientras se largaba el diluvio el niño durmió una siesta de como tres horas. Qué placer.
- Me llama poderosamente la atención que muchos de ustedes (por no decir todos) me noten tan pero tan bien desde que estoy en Sicilia. Y que se transparente tanto en mi blog. Y también no deja de sorprenderme que me lo digan y se alegren conmigo, por mail, o por comentario. Se nota que me bancaron momentos depre (a veces ni quiero ir para atrás en las entradas del blog y releerme en crisis, no vaya a ser que me atrape de nuevo cual agujero negro). Y no es que me convertí en una boluda alegre, tengo mis crisis por ahí, pero hay mucho de voluntad en esto de ser feliz. Es un poco decirse "quiero" ser feliz. Y repetirlo como un mantra. Por ahí se termina dando.
- Hablando de mantras, leí "Comer en Italia, Rezar en la India, Amar en Indonesia" y es como si hubiera ganado una amiga. Liz Gilbert, si me encontrás por ahí, tal vez te quieras dar una vuelta y darle una segunda oportunidad a esta isla (hay más, mucho más, atravesando las murallas de la fea Messina).
- Ah, lo del baby. No, por ahora lo posponemos. Odio tener que planificar tanto algo que para mí tiene que ser espontáneo, pero con la vida que hacemos, no puedo pensar en dar a luz en el verano italiano, en una villa turística como ésta, donde por dos meses estivales me piden más de alquiler que los pasajes para irme a Argentina. Esperaremos un par de meses.
- Por las dudas, estoy leyendo a Laura Gutman. No sé si me hubiera servido durante el puerperio, no tenía ni tiempo ni ánimos, pero ahora que lo atravesé puedo entender cada una de sus palabras y decir "yo pasé por eso". Y saber que sí, que se puede salir tremendamente fortalecida de esa experiencia cuasi surreal.
- Aun corriendo el riesgo de cansarlos, lo digo de nuevo. Pero qué linda es esta isla. Hoy manejé de Capo a Brolo por primera vez, 10 kilómetros absolutamente sola, con sol radiante, por camino de montaña y el mar allá abajo, vistas impagables sobre el Tirreno. No, yo no voy a terminar de acostumbrarme. Y qué boluda fui por no hacerlo antes. Otros desbloqueos. Otras trabas que me voy quitando.

viernes, 17 de septiembre de 2010

casi una vida normal

Ayer Emi empezó el jardín de tres. Todavía no los tiene, un mes y ya sí. Pero entra ya en la salita, una salita en la que están todos juntos: nenes de tres, cuatro y cinco años. Es la escuela estatal, pública, y estoy muy contenta de que vaya ahí (a pesar de que casi me peleo con Pablo porque yo había decidido que siga en la del año pasado, que era privada, porque conocía a las maestras, etc, etc, pero bueno, muy en el fondo y aunque no lo diga abiertamente, estoy chocha del cambio). Ayer me desperté 6.30 y no a trabajar, sino de ansiedad. Él a las 7.30 ya estaba arriba también, y antes de las 8.30 estábamos afuera de la escuela en medio de esa muchedumbre de niños bronceados, madres chillonas, algún extranjero con saco a pesar de los 30 grados, conocidos, amigos, mucha buena onda. Los infaltables llantos, que sé que se disipan apenas pego la media vuelta, cierro la puerta y hago 100 metros con el corazón estrujado. Lo sé, pero inevitablemente sufro. Hoy nos levantamos un poquitín más tarde, llegamos casi a las nueve, pero todavía es todo muy relajado, así que bueno, zafamos. Más llantos y reclamos y quedate al lado mío, y por favor no te muevas, pero cuando al mediodía lo fui a buscar tenía una sonrisa de oreja a oreja, y eso me lo dice todo.
Comimos pasta con brócoli muy rapidito, me había pasado la mañana haciendo buenas nuevas migas con la argentina mujer de otro jugador, que me recuerda tanto a mi amiga platense Loli (ella también es de La Plata), y me cae tan simpática que creo que sí, que vamos por buen camino. Y después del almuerzo, al mar. Treintayún grados. Sol, mar y calor y charla de nuevo con Silvia, la platense, y juegos con los dos hombrecitos que tiene por hijos (los ídolos del mío, claro, obvio). Y así nomás, después de una buena ducha rápida, todos a mini básquet a las cuatro y media de la tarde. La felicidad que tenía mi hijo era indescriptible. Todos esos nenes haciendo la cosa que a él más le gusta en el universo: picar la pelota y tirar al aro. Como su papá. Se sentía tan grande que me saludaba desde la cancha y me decía "chau, hija" (ése es un juego tonto que hacemos a veces, que yo soy la hija y él el papá).
Ahora, como pueden imaginar, duerme como un angelito destruido.
Yo estoy casi como feliz con esta vida que roza lo normal.
La semana que viene vamos con Silvia al médico a controlar mi situación reproductora, y ya me tiro de cabeza a por el segundo. Tengo demasiadas ganas. Y ella se lanza a la odisea del tercero. Nosotros también, como Vale en aquella del norte, me parece que vamos a poblar la isla de argentinitos!

martes, 7 de septiembre de 2010

Retomando la vida itinerante...

Y claro, se acabó el receso, se acabó la pausa, y aquí me tienen, arremetiendo con el blog. Se nota que aquí, en el exilio, se me hace vital. Ustedes sabrán entenderme.
Llegué el domingo a la medianoche a Sicilia, y por supuesto que toda esa sensación como de caer al vacío de cada nuevo año fue un poquito mitigada por volver a la misma ciudad, que Emilio reconozca las calles cuando nos íbamos acercando a casa, y que quiera jugar en su habitación, y que le haga fiesta a cada uno de los juguetes que habíamos guardado y que Pablo había preparado con tanto amor. Claro que sí, no puedo ser ingrata. Pero estuvo, estuvo esa sensación de quién me manda otra vez acá, quién me manda al destierro de nuevo. Sé que es pasajero, ya de a poquito le voy agarrando la mano a todo esto de nuevo. Pero hasta a ser muy hija me acostumbré demasiado rápido. Y ahora juro que veo el piso blanco pulido este que no hay con qué darle, que se cae una gota y ya está, un pelo y sonamos, y casi que me agarra un ataque de pánico.
Pero ésta soy yo, ésta es nuestra vida, ésta es mi familia y mi realidad, así que nada, a meterle el pecho, a poner los pies sobre la tierra, y a aguantarme, muchachas y muchachos, que el blog siempre supo devolverme la cordura.

martes, 31 de agosto de 2010

Fotos, actualización que os debía!

Su amor incondicional por los animalitos...

Las mujeres lo hacen sufrir desde chiquito...

Menos mal que siempre se puede volver a los brazos de mamá...

Y relajarnos frente a un espejo de agua (attenti al lago de mi pueblo!)

Galletitas para el nene, los patos y el flamenco...


Mi foto preferida de estos últimos tiempos.

jueves, 12 de agosto de 2010

Como para no olvidarme

Apuntes al pasar, porque sí, porque a veces me cuestiono si no será que definitivamente tengo las neuronas dormidas, así como intoxicada de tanto asado y vino (bueno, vino de vez en cuando, más asado que vino).
Emilio está a meses de cumplir los tres. Está hecho un pequeño monstruito endiablado que contesta pícaramente "porque sí", "ya te lo dije", "no hace falta mamá" con tanto tono de suficiencia, pero con ojitos tiernos, que me dan ganas de cachetearlo y besuquearlo al mismo tiempo.
Cuando le preguntan dónde vive, responde: "En Italia y en Morteros". Y si le cuestionan cuál le gusta más, la tiene clara: "Morteros". Cómo no va a ser así. Si se la pasa de joda. Por supuesto, yo casi me largo a llorar pensando en perspectiva en lo que se nos viene.
Le encanta "trabajar", si es porque imitan, eso me llena de orgullo. Se sienta en la computadora y me pide un "Guorddd" (Word!), "iuchubbbb" o "scaippp" (no hace falta que traduzca tontamente, no?). Digamos que ya vamos para el lado de los tomates con el tema laburo con las últimas opciones. Y el colmo fue cuando el otro día, mirando la pantalla, me dijo medio desolado "sabés qué pasa, me faltan contaccctos". Contactos! Contactos dijiste??? De dónde sacó eso??? del msn??? ah, del scaippp también puede ser, je.
A veces me dan ganas de esconderme mil metros bajo tierra, porque la sinceridad de los chicos es apabullante. Y la capacidad de observación de mi hijo me supera, justo a mí que soy re despistada. Él observa demasiado a las personas, de pies a cabeza. Y después zampa su conclusión, así, muy fresco. Hablando de fresco, fuimos a Chile hace un par de semanas. A visitar a un amigo de Pablo que vive allá, casado con una chica chilena. Muy dulce, muy tranqui, y muy chilena. Para él, acostumbrado a la extroversión siciliana, más la familia gritona y exagerada, y los amigotes argentinos siempre exaltados que lo rodean, le habrán resultado un poco extraños sus modos tan modosos. Después de estudiarla un día entero, la miró a la cara y le dijo: "¿por qué hablás así, vó, como una rana?"......... ahhhh, qué divino, claro, porque no está acostumbrado a tu acento!! El día después, nueva observación, clavó nuevamente mirada a los ojos, y largó: "¿Por qué tás siempre enojada, vó? ¡Abrí los ojos!"....... abrí los ojos!!! qué habrá querido decir!! le habrá visto el ceño demasiado fruncido??? Aparte de todo eso, muy lindo Chile, muy lindo Santiago, así como a años luz de nosotros, qué quieren que les diga. Ya que lo adoren tanto a Bielsa me hermana a ellos, y es como una metáfora de un país en serio.
Bueno, y así como al pasar también, me copé mal con la idea de los bancos de leche humana. Hice una nota, aprovechando que es el mes de la lactancia en todo el mundo, y me enteré que en Córdoba acaban de inaugurar uno, en el hospital público materno neonatal. Vieron que por ahí hacemos las cosas bien. En toda Argentina hay cinco bancos de leche. En Brasil (país de referencia mundial en el tema), hay 200. Miren qué interesante: Red Iberoamericana de Bancos de Leche Humana

Bueno, y con ese picadito fino los dejo por hoy. Ya está gritando mi chancho desde la cama. Ah, me faltó actualizar mi situación itinerante. Pasado mañana parte un tercio de la familia para Sicilia. Nosotros, creo que quince días después. Depende de cómo me la banque!

Buona giornata a tuttiiiiiiiii! (debo fotos)

domingo, 1 de agosto de 2010

Y comieron perdices...

Entre tantos acontecimientos que revolucionan mi vida por estos días, mi mamá y mi suegro decidieron oficializar. Ayer tuvimos casamiento por civil, bendición de anillos en el patio de casa y gran comilona familiar. Llenos de amor y felicidad los novios, cuatro hijos por un lado, tres hijos por el otro, una nuera y un yerno (y yo cuento como media hija y media nuera, ¿en qué lugar de la foto me pongo?), un nieto y otro por venir... lluvia de arroz y de otros cereales en sus cabezas, muchas sonrisas y lágrimas, regalos por doquier, el cariño incondicional de los amigos, y tantas demostraciones de afecto por todos lados. Incluso de los cuñados de sus anteriores matrimonios.
Mi familia es un gran lío, pero un hermoso lío lleno de amor.
Estoy orgullosa.

jueves, 8 de julio de 2010

¿Es posible...

...que yo, cada vez que venga a Argentina, me estrese tanto, pero tanto, tanto?

Creo que me he desacostumbrado a esto de la argentinidad al palo. ¿Puede uno desociabilizarse tanto? Nunca pensé que me iba a hacer cuasi huraña.

Pasa, ya lo sé, por aprender a decir NO.
Algo que definitivamente NO ME SALE.

lunes, 5 de julio de 2010

Por aquí ando

Es bastante vergonzoso lo desaparecida que estoy, pero sigo viva. Es difícil hacerse momentos para escribir cuando hay tanta gente que deseo ver, abrazar, charlar mate de por medio; cuando hay partidos de tenis y de canasta (sí, volvimos al ruedo las viejas chismosas), cuando hay viajes a Córdoba con paradas en pueblos intermedios para ver la casa de esa amiga a la que se lo venís prometiendo desde hace tres años; hermanos que van y vienen; cenas, asados y fiestas; recibidas y nacimientos y embarazos y cumpleañitos, y cine para grandes y para chicos (ayer vi Toy Story 3, primer intento cinéfilo con el retoño, durmió toda la función y yo me reí y lloré como una niña!).
Mucha vida.
De a poco estoy volviendo, gracias por bancar!

jueves, 10 de junio de 2010

0

aquí estamos, todo listo para partir... esta vez no derramé prácticamente ni una lágrima, aunque ganas no me faltaron. Es que los dirigentes ya le preguntaron a Pablo que para cuándo quiere el pasaje de vuelta, que el 15 de agosto debería estar acá, si nosotros venimos con él o después cuando tengamos ya la casa, la señora propietaria me dice que a partir del 1º de septiembre (cuando se van los turistas que ya empiezan a transformar la ciudad) ella ya me puede dejar la casa, entonces es un "arrivederci" con todos, ni quiero pensar en la remota posibilidad de no volver. Quiero por una vez sentir que sí, que voy a volver a entrar a esta casa y a sentir el mismo olor, y caminar las mismas calles y saludar a la misma gente. Este año parece que sí, que mi pedido va a ser posible. Y después de cinco años de inviernos seguidos, ya estamos programando un verano siciliano, el que viene. Porque lo que degustamos de este inicio fue demasiado tentador. No sé si logrará vencer mis ganas siempre inmensas de volver a mi país, a mi familia, a mis amigas, ese fuego como siento ahora, una ansiedad y una emoción que me sube por la garganta y me deja una sonrisa estampada en la cara todo el día. Quizá podamos llegar a un punto medio, verano siciliano y también escapada a ver a la familia, en lugar de dos o tres meses, un mes. Esos son los planes. Esas son las ideas. Hay que visualizar, visualizar, visualizar. Así dice El Secreto, ¿no? Me están evangelizando al marido en el arte del pensamiento positivo y el coaching. Y debo decir que no le viene nada mal.

miércoles, 9 de junio de 2010

-1

Pongo el despertador a las ocho como para no quedarme dormida, pero en realidad ya está casi todo hecho, las valijas, la casa vacía, los vidrios relucientes, la cocina también. Queda sólo limpiar media heladera y lavar los pisos a conciencia. Y una pequeña lista que hice anoche. Sin embargo, a las seis ya empiezo a dar vueltas en la cama y la ansiedad no me deja seguir acostada más allá de las siete. Es como cuando tenía la cesárea programada de Emilio. Cuando se espera tanto, tanto del otro lado del umbral, no podemos quedarnos impasibles aquí. Mi cabeza ya está volando.
Por eso ahora escribo. Mi intención era hacer una cuenta regresiva pero el tiempo material no existía. Volaba cada vez que me sentaba frente la pantalla. Y los reclamos de Pablo eran válidos. Con una casa entera por desarmar y tanta gente y tanto mar por despedir, el tiempo frente a la pantalla era demasiado precioso.
Así que con el -1 me despido, sólo por ahora, de esta temporada siciliana, de un año que me dio tanto, en el que crecí tanto, un año lleno de felicidad y de encuentros. Sobre todo, conmigo misma.
Gracias por estar ahí.

martes, 1 de junio de 2010

Véanla, véanla, vedla, por favor!


Hacía mucho que no me dormía con una película. Desde la de Dorian Gray, creo, ésa también es recomendable. Avatar la vi toda cortada, porque nos dormíamos ambos, Pablo y yo. Pero genial, qué más se puede decir. Ya creo que se ha dicho todo.
Anoche, decidiéndome finalmente a bocharle al señor de la casa la enésima película del combo ciencia ficción-acción-balas, con Milla Jovovich como no sé qué especie de luchadora andrógina (porque siempre le dan esos papeles últimamente, pobre), me planté y le dije: "yo sé que no te va a gustar, pero ya es una batalla perdida: las que te gustan a vos, no me gustan a mí". No logramos encontrar el punto medio, salvo con esas estilo Avatar o Dorian Gray que tienen condimentos mixtos. Somos los dos bastante estereotipados, parece. Vengan sociólogos del mundo a estudiarnos. A él le gustan las pelis demasiado masculinas. A mí las típicamente femeninas. Ah, me faltó Hachiko en el medio (ésa también la vimos los dos), con la que me gasté las últimas reservas de lágrimas que me quedaban.
Y así me acomodé a mirar Julie&Julia, de la que había leído algunos comentarios por ahí, y sabía definitivamente que "me iba a gustar". Pero me gustó más de lo que pensaba. Me hizo reír. Muchas veces y hasta a carcajadas. Me hizo llorar pero sólo de emoción genuina. Me hizo identificarme con esas dos mujeres, en sus grandezas y también en sus pequeñas miserias.
Esta peli va dedicada a ustedes, estoy segura, segurísima de que les va a gustar.


Aquí
, si tienen ganas de leer en inglés una linda reseña sobre las lecciones de Julie&Julia.

Ah, y si alguien vio la de Uma Thurman que hace de mamá blogger por favor, avísenme si vale la pena (aunque si no valiera la pena, sé que la voy a ver igual, je, de puro testaruda).

viernes, 28 de mayo de 2010

Algunas del Rey Sol

- El niño me salió medio tuerca, como el padre. Aquí en Italia, donde hay más autos que personas, y donde la gente parece que es alérgica a caminar aun en un pueblo de dimensiones totalmente manejables a pie, está de parabienes. Camino a la guardería, va preguntando el nombre de cada uno, y yo respondo. Su favorito es el Cinquecento nuevo. Grandes exclamaciones cuando ve uno. Pero también el viejito. Nuestro Fitito. Ahí la locura es total, porque hay menos. Y me hace acercar, y lo mira por todos lados "fitiiiito, fitiiiito", le dice. Hoy por hoy, conoce casi todas las marcas. Yo me sorprendo de que un logo chiquito pueda quedar tan impreso en la memoria de un nene. El otro día fue al gimnasio con el papá, y después de haber dado vuelta medio templo del sudor (Marian, te robo el término), salió disparado a hacer gala de sus saberes automovilísticos. "Fiat Panda". "Uy, muy bien". "Fiat Idea". "No, no es posible" (sí, sí que lo es, martillamos con el asunto desde enero). Y luego empieza el momento de las pavadas. Ve un BMW y dice "Audi". "No, no, hijo" (el padre nervioso). "Sí, sí, Audi". Y todos ríen y siguen festejando sus disparates.
Suben al auto, pasada media hora, y muy serio lo mira por el espejito a Pablo y le dice: "Era una biemvú*, papá".
- Pero también, nos salió muy religioso. Ahí ya no sé a quién echarle la culpa. Ojo, que a pesar del escepticismo de los padres, no sé bien cómo explicarlo, me gusta su espiritualidad. Me gusta que espontáneamente, después de que fuimos a la iglesia de Tíndari, me pida siempre, siempre "vamos a la iguesha mamá, a vé Maria-Quesú". Una única entidad para él. Que ayer, por ejemplo, lo haya escuchado decir entera la bendición de la mesa, que hacen en la guarde: "Siiiiignooore, benedice a noi e a questo cibo che stiamo per mangiare, e a tuuuutti quelli che non ce l'haaaaaanno"** (con el cantito típico de las cosas que aprendemos en la escuela). "Nel nome del Padre, del Figlio, lo piritotanto, aaalennn"***.
Un día le pidió a su papá ir a la iglesia, así, de la nada. La iglesia del centro de Capo. Entraron y vio la típica imagen de Jesús, con taparrabos apenas, y los brazos abiertos en la cruz. Miró un poco y después preguntó muy serio: "¿está tomando sol, papá?".

*: biemvú=BMW
**: "Señor, bendícenos a nosotros y a esta comida que estamos por comer, y a todos aquellos que no lo tienen" (o algo así)
***: "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén"


Faltaba la foto, el niño de los pelos volados, y el padre lavador de platos

lunes, 24 de mayo de 2010

Fragilidad

Hay una paloma en mi ventana. Se la ve viejita y achacada. Sobre todo, se la ve cansada. Hace un buen rato que la miro y me mira. No se mueve mucho. Yo sigo aquí, tecleando y tecleando. Tengo terror de que haya venido a morir aquí, frente a mis ojos. Trato de concentrarme y trabajar, pero no puedo. Es tan fuerte la imagen. Es la finitud de la vida, la conciencia de que todo termina.

De regreso del paraíso


Fuimos a las Eolias finalmente. Pasamos tres días demasiado perfectos. Como me dormí leyendo los delirios de Dan Brown en El imperio perdido, hoy me desperté sin saber si había soñado ese mar celeste azul, esos verdes de las montañas que parecían fosforescer bajo un sol que se decidió a brillar sólo para ellos dos y para mí. Con miedo a estar olvidándome alguna fecha de entrega, creo que me estoy relajando demasiado. Y sin embargo no estoy soñando. Las Eolias son bellas así, y son de verdad. Y mi paz de estos días también es cierta. Las fotos lo atestiguan.
Por ahora, sólo un anticipo.
Mientras descendíamos a toda velocidad, por una ruta de montaña y a un metro del precipicio, en este vehículo de dudosa fiabilidad, Pablo logró decirme (en medio del ruido ensordecedor de esa porquería): "Ahora que tenés menos trabajo, el blog va a explotar!"... y me hizo reír tanto que se me olvidó el miedo. Cómo me conoce.



martes, 18 de mayo de 2010

Del scirocco al maestral

Se nos dio vuelta el viento y la temperatura bajó de un día para el otro diez grados.
El mar se convirtió en una bestia enojada, no se puede ni bajar a la playa, y ráfagas huracanadas nos volaban los pelos, la yerba, y las ganas de pasar un sábado mirando motocross junto al mar. Unas ganas locas, sí.
Por las dudas, ya tenemos la reserva para ir el fin de semana a las islas Eolias, a Lipari, Vulcano y Salina, si el mar no tiene intenciones de darnos vuelta la barca.
El euro sigue bajando y mi marido no deja de hacer cuentas en dólares, en pesos y hasta en yenes para ver cómo c... llegamos a pagar las cuotas del depto que quedaron pendientes.
Digan la verdad, me mandaron ustedes todas estas maldiciones, después de las fotos del otro día, ¿no es cierto? Yo los quiero igual.

miércoles, 12 de mayo de 2010

En picada



Más que cuenta regresiva, estos días se vivirán en picada. Siento que vuelan. Siento esa extraña mezcla de cada año, con lo que ya no quiero cansarlos. Ayer Pablo me anunció que finalmente teníamos el pasaje en mano para volver a Argentina, 10 de junio, subimos al avión los tres en Palermo y tras pocos transbordos, nos encontramos en Córdoba.
Mi vecina se fue hace una semana. Lloré mucho. Lloré con ella, abrazada, lloré sola, después, intentando dormirme. Qué cosa fuerte es la cotidianeidad. Qué lazos gigantes, importantes, se pueden construir en ese compartir día a día, en ese ida y vuelta. Cada vez que me acordaba que al día siguiente Emilio gritaría "Bereca, bereca" y ella ya no estaría, se me revolvían las tripas, y nacía de nuevo el sollozo. Todavía me pasa cada vez que entro al depto a buscar algo. Tengo la llave y entro como hacíamos antes, puteándola internamente, ocho meses y no se compró el pelapapas, pero será posible, y allá voy, y entro, y está el mismo olor pero no están ellos, está la casa impecable, y parece que en cualquier momento me va a ofrecer un café, se lo va a olvidar arriba de la hornalla, charlando conmigo afuera mientras la acompaño a fumar, su marido le va a gritar de pies a cabeza, se plegará el mío, nos reíremos juntas, ellos dirán son iguales, nos reíremos de nuevo, nos putearán de nuevo, y así en esa mágica sucesión que es el día a día.
Mientras, intentamos mitigar la nostalgia, la melancolía y la incertidumbre, con algún que otro asado, con algunas escapadas al pueblo vecino donde una pequeña delegación argentina/cordobesa de voleybolistas nos agasaja con asados y risas.
Y el mar, el mar, siempre el mar. Ayer Pablo me llamó, yo había decidido no ir a la playa porque tenía que trabajar sí o sí. "Tenés que venir, esto es el paraíso". Y corté todo, después se podrá seguir de madrugada, esas son las ventajas de no tener horarios fijos. Me hubiera arrepentido tanto si no lo hacía. Una piletita en medio de las rocas, el agua demasiado transparente, un paraíso terrestre a 1000 metros de casa. Y la primera zambullida de la temporada a las seis de la tarde, con el sol cayendo, y Emilio que gritaba desesperado de felicidad y un poco de frío, con esa madre loca que lo zamarreaba de arriba a abajo, pero sin mojarle la cabeza eso sí, tan descocada no soy.



sábado, 8 de mayo de 2010

Confiar o no confiar, ésa es la cuestión (II)

Seguimos con los dilemas. El asunto es que el otro día me quedé mal, hasta enojada y como ofendida, y me dieron ganas de mandar a la mierda a un tipo, pero lo necesitaba para una nota. Entonces no, no daba. Pero lo tendría que haber hecho. Aparte, estoy convencida de que soy incapaz de mandar a la mierda a alguien. Creo que nunca lo he hecho. Sigo sin darle demasiada bola a lo que siento y eso está mal, muy mal, maguita, no aprendés más.
Mando mail presentándome (nombre y apellido y el diario para el que trabajo), pero claro, yo trabajo por afuera, y tengo mi cuenta personal de gmail, no del diario. El tipo me respondió en un primer momento muy bien, muy amable, me mandó su enorme currículum pegado en el mail, y me dijo que sería mejor que nos encontráramos personalmente. Yo respondo diciendo que me encantaría, pero que eso es imposible, porque estoy en Italia. Pero que por suerte, gracias a Internet, puedo seguir trabajando y colaborando con varios diarios. Me responde de nuevo dos frías líneas diciendo: "cómo puedo saber que de verdad trabajás para el diario, dame más referencias y seguimos hablando".
Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh buenoooooooooooooooo.............................
Yo no sé, si soy muy confianzuda, si me habitué a esta vida virtual (hasta demasiado), si me olvidé de cómo es el argentino medio. Esta persona podría haber hecho una googleada rápida con mi nombre y encontraba decenas de notas. No hay muchas otras periodistas con mi nombre.
Doy enseguida mil vueltas a la tortilla y mientras sigo en dilema sobre qué hacer, pienso en cambio en cuál es mi actitud habitual. Este año, me embarqué en un nuevo trabajo sin conocer más que por referencias virtuales a la gente con la que me ponía a laburar. Durante tres meses laburé mucho, ocho, nueve, diez, doce, trece horas por día sin ver un mango. Pero la agencia tenía excelentes referencias, y la persona con la que yo trato aún hoy por skype y mail es sencillamente divina. Humanamente me cierra. Y es como que a mí las intuiciones no me fallan.
Después de tres meses vi el primer pago. Y allí empezaron a llegar uno atrás de otro, siempre con retrasos, pero no importa. El trabajo es constante y me encanta. Y arriesgarme, aun pagando un precio enorme, valió la pena. Y en dos meses de laburo gano lo mismo que en un año de mi trabajo habitual en Argentina. Pequeña diferencia que hace la diferencia.
Por eso mismo me chocó la actitud de este tipo. Porque yo de antemano confío. (Y porque existe google hombre, existe internet). Es sólo la segunda vez que me pasa en nueve años de laburo, que alguien a quien le escribo por una nota desconfíe de que en realidad la voy a publicar y no le estoy jodiendo la vida.
Final de la historia: le escribí un mail detallando al menos diez links a mis notas, que me tomó veinte minutos de mi precioso tiempo, y ofreciéndole también que escriba a la redacción del diario, a lo que respondió "con eso alcanza y sobra, gracias". Quizá esos veinte minutos eran los que tardaba en buscar otro contacto para la nota. Pero qué le vamos a hacer. Así es mi vida. Llena de segundas oportunidades. Y terceras, y cuartas, también.

martes, 4 de mayo de 2010

Un poquito de todo

Sigo sin poder hablar con la mamá de Joaquín, pero las noticias por mail son alentadoras, así que empiezo a salir del bloqueo. Hay cadenas de oración por todas partes y muy a pesar de todo mi escepticismo, en este momento no puedo evitar creer, aferrarme a algo.
Mi amiga Mónica, mi vecina, mi compañera de todo este año, la mamá de la "bereeeca, berecosquiiii" -así la llama Emilio a Rebecca apenas se levanta y la siente del otro lado de la pared- parte mañana y la puta madre, ya la estoy extrañando, ya estoy extrañando este año siciliano tan pero tan lleno de cosas buenas.
El fin de semana fue un exceso de esas cosas buenas. El sábado asado en casa de los compañeros de Pablo, casita junto al mar, hijo feliz que no me dejó comer ni media costilla (ponele) porque apenas me daba vuelta para hincar el diente se hacía 200 metros a la velocidad de la luz y ya tenía las patas en el agua. El domingo, asado también (más carne como, más comería, es como si fuera adictiva, qué mal), en casa de mi amiga del negocio de juguetes de madera, los juguetes más lindos del mundo, esta vez en la montaña. Con excursión por caminitos llenos de olivos, y naranjos, y limoneros, y comer las naranjas recién arrancadas de la planta. Mi hijo se la re banca. Caminó kilómetros en subida, después me lo tuve que traer a la rastra en bajada.
Ahora me parece que tiene otitis, se pasó la noche llorando, pero bueno. Esto es así. Yin y yang si no, no sería vida.

viernes, 30 de abril de 2010

Pedido especial II

aquella vez surtió efecto, así que hoy, con la indignación que no me deja pensar, la impotencia de la distancia, las lágrimas que brotan cada vez que veo su foto, les pido por favor que manden sus mejores energías para el hijito de otra amiga del alma, de mi compañera de tesis, de una persona con una fuerza increíble, un corazón enorme, una gran laburadora y soñadora, que supo ir adelante con este bebito incluso cuando su papá le dijo "me desilusionaste" al enterarse que estaba embarazada sin haberse casado, ni hablar de madre ausente, y todo un contexto que no ayuda. Quisiera estar ya mismo ahora cerca de ella. Joaquín está en terapia intensiva con respirador desde el lunes, tiene sólo seis meses y una bronquiolitis que derivó en neumonía. Yo estoy segura de que va a salir. Hablar ayer con su joven papá me tranquilizó. A ella no la puedo ubicar. Su mail me partió en mil pedazos y no logro encontrarla en el celu. Sólo espero buenas noticias. Gracias a todos por sus oraciones, intenciones, energías o como quieran llamarlo.

jueves, 29 de abril de 2010

La 201

Finalmente ayer mandé los grana padano a Madrid. Flor de queso, sí Marian, me quedó colgado responder los comentarios de aquel post. Estoy convencida de que esta vez escribí la dirección bien. Y sumé juguetitos uno más lindo que otro para nuestros sobrinos postizos.
Tengo que ir al gimnasio, aunque sea sólo un mes y poquito lo que me queda acá, pienso que algo es mejor que nada, y tengo una lucha con mi panza que juro me pondría malla entera. Pero no hay forma de que me entusiasme ese maldito lugar lleno de máquinas y de cabezas huecas. Cada vez más parecida a mi madre.
A veces voy a caminar con Mónica, mi vecina, y Pablo no hace más que cargarnos diciendo que "eso no hace absolutamente nada", que tenemos que sudar y mínimo trotar para ver resultados. A mí ya me hace bien esa horita de mover las piernas junto al mar y con este sol primaveral. Me estoy bronceando la cara. O mejor dicho, la frente y la nariz, que son lo más prominente.
Terminó todo aquí, basta de citas domingueras de partido, ya no más hombre ocupado, lo tengo de vacaciones y todito para mí. Pobre víctima. Si antes volvía cargado del súper y de la verdulería y de la carnicería, imagínense ahora.
O sea que entramos en la maledetta cuenta regresiva. Pablo ya empieza a presentir que algo huele mal y que muy probablemente nos claven con un par de cheques. Y bueno, no nos vamos a amargar por ese detasssshhhhe en el mejor año de los últimos siglos.
A mí también me pidieron que bloquee todas las traducciones hasta que no vean que el cliente finalmente paga. Las entregas se atrasarán todo lo que ellos se atrasen en pagar. Buena estrategia. Única estrategia. Pero Pablo me dijo que ellos no pueden hacer eso (no podían, porque ahora ya no hay más extorsión que valga). Hay muchas cosas en juego en el básquet, vos no entendés. Sí, esa mística, esa sensación de que forman parte de una empresa mayúscula, que son un grupo de guerreros luchando contra no sé qué para cambiar el mundo. Sí, lo sé. Pero la realidad es bastante más lisa y llana.
Este año no habrá visita a Cerdeña previa vuelta al pago. Con el mar que hay aquí, más el ajuste de cinturones obligado, invitamos a todos quienes lo deseen a venir a disfrutar en las playas del Capo.
Mi hijo, mi hijo, mi hijo........................... risas que le escapan de los cachetes, que ya son demasiado grandes, de lo amplias y exuberantes. Una maraña de energía desbordante, saltos a toda hora, básquet, fútbol, "giochiamo insieme, papà, giochiamo insieme mamma", "estoy dibujando mamáaaaa", "un foglio, per favore", "toy haciendo compiti" (!) -las tareas, es lo que ve que hacen los otros nenes de la guarde-, todas las canciones de la cancha (o me sale deportista o barra brava), todos los nombres y apellidos de los jugadores, y de vez en cuando, cada vez más seguido, "las valijas mamá, argentina, abuelo luis, abuela malén, sasha (la perra), ricardo (el gato), polo (la heladería), el tiro (el club)... y la increíble cantidad de cosas de las que no se olvida del lugar al que siempre queremos volver.

Pd: sí, es la entrada número 201. Increíble. Dentro de poco, tres años de blog.

viernes, 23 de abril de 2010

Trasnochar o madrugar, ésa es la cuestión

Son días en los que uno le trata de robar el tiempo a la vida, de correr más rápido que el reloj, de lograr que las 24 horas parezcan 25, o que mis 30 parezcan 20, porque al final de cuentas, al único que le robo horas de sueño es a este pertrechado cuerpito. A veces pienso que por qué no puedo quedarme quieta, no recuerdo tener esa sensación de no tener que hacer nada desde... no, nunca, nunca. Será que fui de esas niñas que iban a danza, a tenis, a dibujo, a cerámica, a piano, a taller literario, a teatro, a gimnasia artística, a natación doble turno en el verano... gracias padres. O será que soy así de fábrica nomás. Y la mayoría de las mujeres lo somos, sin duda. Multifunción.
Pero tampoco quiero perderme de jugar con mi nene, y si el tiempo lo permite, de tirarme al sol con él un rato al mediodía como hice hoy. Sobre las piedras tibias, y con el mar calmo. Y decirme casi en voz alta que la naturaleza es tan generosa que qué importa si hace tres meses que los sicilianos no pagan el sueldo de tu marido y que tus pagos entran a cuentagotas. Y también atrasados.
Y tampoco pude evitar tomarme un aperitivo con mi amiga-vecina. Ni aceptar la invitación de pizzas caseras en lo de otra amiga. Y con la pila de trabajo que tengo que entregar el lunes, llegado a este punto la dicotomía es clara: o madrugás o trasnochás.
¿Ustedes qué prefieren? Yo debo admitir que tengo poco aguante para las trasnochadas. Después de un poco siento que se me empiezan a cruzar las letras, que la cabeza se me abomba y que todo el cuerpo empieza a entrar como en otra dimensión. No sé. Siento que estoy forzando algo. No me gusta ir en contra de los ritmos naturales. En fin, locuras mías. Pasar de largo... sí, lo he hecho un par de veces, muy muy contra mi voluntad. Sólo en los lejanos tiempos de la facu.
Hace un tiempo ya que pongo el despertador a las 6.30, a veces a las 6, cuando estoy muy loca, a las 5.30. Levantarme al alba me cuesta menos. Y me rinde, me rinden mucho esas horas de la mañana! Hasta las 9, 9.30 que arranca el resto. Claro que a la noche, 10.30 estoy como si me hubiera pasado arriba un camión. Pero resisto estoica hasta la medianoche.
Hoy son las tres menos diez de una madrugada de scirocco... y no hay dicotomía que valga, se trasnocha y se madruga.
Buona notte!

miércoles, 21 de abril de 2010

Siempre vuelvo a él

Mi hermana que me manda un mail con asunto "Recordándote" y es ella hablando de la cotidianeidad, de esta vida, de la lejanía, y de fondo él, me deja tarareando "Últimamente" por días y días, y es el recuerdo permanente de entrar apuradas corriendo al Orfeo, y ya resonando él, y esa canción preferida, y el comienzo de principio de incertidumbre... y de los cds más amados y escuchados por los siglos de los siglos. Es sentir que hemos crecido juntos. Que esa incertidumbre casi que desaparece y que la lucha cotidiana y la poesía siguen, pero que crecemos, crecemos casi sin quererlo. A pesar de ser convencidos Peter Pan luchando contra Wendy. Cada primavera me siento así. Tan ismaeliana.
Y por eso fui corriendo y busqué una entrada de su blog, que leí hace un tiempo, pero en medio de la vorágine se me pasó... y la releí y me emocioné de nuevo. Y claro, cómo no compartirla aquí. Para todos nuestros recién llegados.

Y para los no tan recientes. Y para todos los que hemos conservado la mirada sorprendida del recién llegado. Claro que sí.

sábado, 17 de abril de 2010

jueves, 15 de abril de 2010

Argentinos en Argentina...

La vieron a Marce en Telefé??? Bueno, si no es así, creo que vale la pena espiar su blog (ella es la culpable de mi adicción bloguera y de la existencia de este blog también) y ver sus casi seis minutos de fama!!!! GRANDE MARCEEE!!!

domingo, 11 de abril de 2010

Resumiendo

Llegaron ya y se fueron ya. Cinco días intensos. Visitamos Palermo el día de Pasquetta, Tíndari y finalmente Taormina, qué belleza. Comimos lasaña que había hecho unos días antes y frizado, y después un par de veces comida gourmet hecha por mi huésped que -yo sabía- es un chef experto. Pues adelante, hombre, si usted quiere, yo encantada.
También salimos a comer y probaron comida típica siciliana, fuimos anfitriones, taxistas, niñeros, guías turísticos, y todo lo que pudiera hacer por mi amiga, y más. Me encanta que sea así mientras se pueda. Agasajar a alguien debe ser uno de los placeres más grandes de la vida, no? Seguramente más que ser agasajado.
Y cabeza de novia una vez más se olvidó los grana padano en la heladera -mejor dicho, hubo malentendidos con mi amiga, dos cabezas de pájaro- y no viajaron a Madrid. Todo el derecho del mundo los madrileños a creer que no les quiero mandar los quesos.
No aprendo más.
Y hoy la billetera en el coche de mi hijo, muy oronda las tres horitas que estuvo en la guarde, descubierta por el marido a las seis de la tarde desde las 10 que había ido a comprar pañales. No se puede, definitivamente no.
Y después quemarle la mano, o producir la quemadura, al mismo hombre por dejar la parrilla del grill recién sacada del horno ahí, inocentemente mal ubicada en el piso. Y él que no puede con su genio altruista, fue allí a "acomodarla".
Decí que mi hijo me dice te quiero mucho y qué linda mamá! si no hay días en los que no soporto ser yo misma!

domingo, 4 de abril de 2010

Felices Pascuas!!!


emilio basilica tindari
Originally uploaded by itinerante!
De regalito, van las fotos que les prometí, de la visita a Tindari. Están en Flickr, espero que les gusten!
Está grande mi nene, no??

lunes, 29 de marzo de 2010

Empezamos

Semanita atípica, tengo que cargarme de energías, y debo decir que el fin de semana ha servido para algo de eso. Pablo parte mañana temprano a jugar un torneo en el centro-norte de la península, y vuelve recién el sábado. Y yo quedo aquí, en la bella isla, con el retoño, claro. Pero en contrapartida, el equipo tenía el domingo libre. Un domingo libre, el primero en muuucho tiempo! Así que el fin de semana, salvo el sábado por la mañana, decidí no tocar nada de nada de trabajo, y dedicarme a disfrutaaaaaaar!
El sábado fuimos a la casa del entrenador, ese lugar hermoso, esa casa espectacular sobre la montaña donde en los días cercanos a Navidad saqué esta foto, se acuerdan? Bueno, 30 personas comiendo, bebiendo, riendo... la pasamos muy bien. Y Emilio feliz porque está enamorado de la gata que tienen como hija en esa casa. Prometo elocuentes fotos.
El domingo -previo cambio de hora del que casi nos olvidamos- decidimos ir al Tíndari. Un sitio bellísimo como pocos, acá nomás, a 30 km de casa. Un Santuario de la Virgen negra con una leyenda hermosa, ubicado a casi 300 metros sobre el nivel del mar, pero sobre la costa! Italia y Sicilia tienen esas cosas. Esas vistas que yo, habitante de las pampas, no hubiera jamás soñado. Y allí, en esa montaña sobre el mar, los griegos habían fundado una importante ciudad de lo que se conoce como la Magna Grecia, las colonias griegas en el sur de Italia. Una vez más boquiabierta ante las ruinas, como me pasó en Pompeya el año pasado. Y Emilio que gritaba ante cada cosa, "qué lindo mamá". Vamos al teatro hijo. "Sí, mamá, vamos al teatro, qué lindo!". O "Me gustó la iglesia, mamá, está la Virgen y Jesús, dónde está el papá de Jesús, mamá? dónde estáaaaaa?". Prometo también fotos de esto. Que son increíbles. Pero escribo ahora, así, medio improvisado, como tomando notas, porque sé la semanita que me espera, y no quiero olvidarme de dejar constancia de esto!!!
Y el lunes, el día de la famosa Pasquetta italiana, llega mi amiga C. y familia!!!!!! Obviamente, primer destino será el Tíndari, ya estamos planeando itinerarios, y luego iremos también a las Eolias y Taormina, sin falta.
Nos vemos pronto. Estoy por acá. Limpiando. Escribiendo. Traduciendo. Organizando. Planeando. Esperando. Feliz!

viernes, 26 de marzo de 2010

Más o menos así


No exactamente, el azul era más transparente y el cielo más diáfano, y el día de esta foto yo no salí ni a la esquina porque tenía mucho trabajo, y fue hace un par de semanas, y la verdad que cambian el mar y el cielo desde principios de marzo a fines, pero simplemente como para que se den una idea de porqué andaba medio embelesada embobada cuando me di el porrazo. Además de, claro, enamorada de mis hombres.

domingo, 21 de marzo de 2010

Flor de primavera

Todo muy lindo, gente, estaba yo así embriagada con esta primavera feliz, que se vino con sol radiante y mar más azul que nunca, y termómetro por los 20 grados, súper sensible, enamorada de la vida, y entonces me digo dale madrugá como todos los días también un domingo pero esta vez no te pongas a trabajar y salí a correr, que no podés desaprovechar esa costanera impagable, y ayer mientras veníamos de la pizzería y pasábamos por el puerto y el faro, que costea la montaña, me decía ves, por acá vas a venir a correr mañana. Y así fue, 8 de la mañana ya estaba correteando yo, haciendo footing, jogging o como quieran llamarlo, y no sé qué me pasó, pero justo ahí, frente al faro, perdí el equilibrio y me fui con todo mi peso y mi metro setenta y pico al suelo, de bruces, de cara, de jeta, de rodillas y de manos, no sé, arrastré absolutamente todo por la calle, compré terreno, como quieran llamarlo. Y sí, ríanse porque este tipo de caídas son para reírse, son de las cosas más cómicas para los que lo ven de afuera. Pero yo les juro que vi las estrellas. No tanto ahí. Me levanté lo más rápido que pude y seguí corriendo, con la palma de la mano izquierda que me colgaba la piel, en carne viva, y las rodillas peladísimas, hasta casa. Cuando Pablo me puso agua oxigenada vi todas las estrellas del universo. Terminamos a las nueve todos en la guardia médica. Tengo una mano vendada y la otra toda raspada, pero aleluya, puedo escribir.
Qué flor de primavera, qué flor de tortazo que me pegué.
Leo el post idílico de ayer y definitivamente, no había mejor seguidilla que esto. Ja ja jaaaaa. Me duele toooodooooo!

sábado, 20 de marzo de 2010

Mozzafiato

Los italianos suelen tener palabras para las cuales nosotros, hispanoparlantes, debemos usar al menos varias. Mozzafiato es una de ellas. Quiere decir algo tan bello que te quita el respiro. Y recién acabo de vivir en carne propia la sensación. Yo soy una persona hipersensible, de eso no hay dudas. Malo, sí. Bueno otras tantas. Vivir con las emociones a flor de piel suele ser bastante incómodo. Sobre todo cuando te ofenden y te brotan las lágrimas, te avergonzás y el rojo te enciende las mejillas. Creo que estoy tratando, de todos modos, de mantener mi emocionalidad a raya. O que se note un poco menos. Pero en este caso agradezco aún no haber anestesiado del todo mi primitiva sensibilidad. Porque cuando veo el mar de ese celeste azul transparente, tan calmo que emociona, tan perfecto que me oprime el pecho, con un cielo idénticamente impecable, y el sol brillando fuerte sobre las piedritas de la playa, y más allá las islas Eolias, y me sorprendo boquiabierta, con la respiración suspendida y mariposas en la panza, ahí sí, me digo, sos tontamente romántica, no tenés remedio, pero vale la pena, sí que vale la pena.

Pd: No tenía la cámara a mano. Prometo volver luego de buscar a Emi en la guarde, con una imagen de esa belleza. Por ahora imaginen.

lunes, 15 de marzo de 2010

De campeones y femineidad

Este año a Pablo le tocó ser parte de un equipo con una extraña misión: devolver la dignidad a un pueblo, a una sociedad deportiva, a una multitud de fanáticos que vio hace unos años caer un sueño a pedazos. Este pueblo me hace acordar mucho al mío, a aquél donde me crié, y donde paradójicamente también Pablo tuvo su gran oportunidad basquetbolística, jugando liga nacional a los 16 años. Así que la suma de emociones es grande. Es también contradictoria. Es festejo anticipado, seis fechas antes que termine la fase regular. Es un ascenso directo. Y casi sin sufrimiento. Capo D'Orlando es una sociedad admirable, llevar un equipo de una pequeña ciudad de poco menos de 20.000 habitantes a la categoría más alta del básquet italiano no es poca cosa. Y cuando fueron descalificados y obligados a empezar desde muy abajo, se vio de todo. Desde los fanáticos verdaderos que estuvieron ahí siempre, hasta el ver menguar el interés de la gente que "si no es serie A no tiene emoción", o "nosotros estamos acostumbrados a otra cosa".
Lo cierto es que se armó un equipo de excelentes personas. Y eso estoy segura que es lo único que siempre te asegura resultados así: intachables. Ayer cuando Pablo cortaba las redes, cuando los veía saltar y festejar, cuando los abrazaba sin importar que estén bañados en sudor, se sentía en el aire el olor de la revancha, pero sobre todo el orgullo de ser parte de ese grupo que hizo su trabajo, ni más ni menos, pero tan bien, tan impecablemente, que de afuera el esfuerzo parecía imperceptible. Pero yo sí sé el esfuerzo que hay detrás, la profesionalidad de Pablo, las llamadas solidarias entre cada uno de ellos cuando las cosas no van bien, conozco las historias y los sacrificios de todos y cada uno de estos chicos, sobre todo de mi chico, y me emociono hasta las lágrimas cuando un dirigente se me acerca y me dice "no tiene precio, creéme, no tiene precio... tengo ya seis promociones encima, pero con un grupo humano así, de verdad no tiene precio".
Ahora, de nuevo la incertidumbre. Ahora, a tener esperanzas, a creer. A ser positivos, pero no tanto, porque la desilusión es más grande cuando se cree demasiado en algo.
Y yo, les cuento, primer fin de semana en el que no toco nada de trabajo desde noviembre. Hasta tuve tiempo de hacer un ri-quí-si-mo lemon pie y de elegir con tiempo algunos lindos suéters de liquidación. Me faltó ir a la peluquería, pero ya me siento más mujer.

P.d: había puesto en el título "feminilidad" (qué horror) en lugar de "femineidad"... el italiano por ahí hace estragos en mi español!

miércoles, 10 de marzo de 2010

Me reporto

Por acá todo muy bien, súper bien. Tan bien que ni ganas me dan de pensar en que pronto se acerca el final. Y de nuevo la incertidumbre. Pero me pasó más rápido que nunca.
Mañana tengo que empezar el gimnasio con urgencia, hacerle un favor a mi cuerpo, a mi espalda martirizada, a mi culo ya inexistente, y a la pancita incipiente -sin motivo alguno, aclaro-.
Con Pablo discutimos a veces fuerte, pero también llegan después los perdón de su parte (ja, qué satisfacción). Así que eso me deja tranquila porque quiere decir que antes quizá no discutíamos tanto porque yo callaba, no os parece.
Emilio va a la guarde cada vez con más gusto. Hoy después de la habitual vueltita por el mar, porque yo cumplo lo que prometo (vamos al mar, después a la guarde hijo), lo dejo en la puerta y antes que abran me dice "te vas a trabajar mamá?"... y a los dos segundos abre Bárbara, su maestra preferida, y le dice: "brutto il mare!!"... switch lingüístico adorable.
No tiene sentido este último coletazo de frío, che, creo que es hora de que el invierno se vaya de una vez por todas, no?
Y qué más había por decir? Ah sí, que por supuesto, no vi El secreto de sus ojos, Pablo quiso alquilar Up! y estaba totalmente agotada, y finalmente sacó Triage, con Colin -que está hermoso incluso esquelético, qué voy a decir yo que tengo el doble en casa!- y me gustó, sí, la verdad que sí.
Estoy por aquí dando vueltas. No me voy. Gracias a los que entran todos los días (son varios, eh) aun cuando no hay post desde hace rato!!!!

viernes, 26 de febrero de 2010

Tonta justificación

Juro que extraño mucho escribir aquí, juro que los extraño!!!
Estoy en un momento de transición, no sé bien hacia qué, pero seguramente es algo positivo. Trabajando mucho mucho, que apenas me deja tiempo para leer blogs, y ni siquiera comentar... y menos escribir acá.
Pero nada, feliz, feliz. Súper feliz. Y eso es lo importante.
Emilio está tan grande, tan lindo, tan activo, y tan hablador, que casi que me dan ganas de llorar cada vez que abre la boca.
Y como si todo esto fuera poco, Pablo va derechito a ganar el campeonato.
No sé, quiero pensar que algo habré hecho para merecer todo esto. Ja.
Aquí dejo algunas fotitos, como para que no "lo" extrañen tanto... (todavía tiene que decidir qué deporte le gusta más!)




miércoles, 3 de febrero de 2010

Cosas de estos días

- mi abuelo tiene facebook, es un genio.
- emilio dice "ecco!" cuando pierde y encuentra la tapita de la fibra.
- y pinta adentro de las líneas de los dibujos!
- mi amiga C. ya me confirmó que me viene a visitar con su flia (marido y nena de tres años)! Todavía no lo puedo creer, por ella y por nosotros!
- tengo tendinitis de tanto tipear
- aunque me encanta estar tan cansada por este trabajo que buscaba hace tiempo
- pero a veces no me reconozco en este "no estar" para esas cosas que son tan importantes para mí: hacer una torta, cocinar, invitar amigos a cena, hacerle un cafecito a pablo, salir todos los días con emi al tobogán, llamar por skype a mi mamá, a mis hermanas, a mi gente querida, responder mails, mantener contacto virtual con toda la gente que quiero, charlar con mi vecina todo lo que quisiera, bajar fotos, subirlas a flickr, mandarlas por mail, compartir el crecimiento de mi hijo...
- y a la vez te das cuenta también del tipo de hombre que tenés al lado, de su grandeza, de su generosidad, del padre increíble que es, de las toneladas de platos que es capaz de lavar, de la cantidad de veces que va al súper y vuelve con las bolsas re cargadas, solo, y con las cosas que vos querías que compre; y de las veces que cocina tan rico, que casi que deseás no tener que volver a hacerlo vos, y de cuando vuelve con unas zapatillas re lindas "porque entré al negocio pensando en encontrar algo para vos, no para mí"; y hasta te perdona cuando llega de vuelta un paquete de madrid, porque enviaste dos kilos de parmiggiano a tus amigos y te olvidaste de poner la dirección de la casa!

domingo, 10 de enero de 2010

Mares

Los días de la Navidad aquí en Italia transcurren así, guardados, junto a la familia, se juega a la tómbola, al póker, o a los juegos de carta que se prefieran, se come mucho, se olvidan ciertos protocolos. Por ejemplo, el que impide que un director técnico tenga una relación estrecha con un jugador -como es nuestro caso- o un jefe con un empleado, digamos. Eso para los que son demasiado formales. O prejuiciosos.
Lo cierto es que nosotros nos las ingeniamos para encontrar invitaciones que nos hagan huir de esa sensación de orfandad que sobrevienen en las fiestas. La nochebuena y la navidad la pasamos en Patti, con una familia más que generosa, y dormimos en una casa que tiene esta vista.



El 26, que aquí es Santo Stefano y no sé por qué se sigue de ocio y de comilona y de reunión familiar y de guardado y de tómbola y de póker, fuimos a la casa del director técnico del equipo de Pablo. A romper protocolos y a disfrutar de una casa absolutamente increíble. Que te dan ganas de tener una casa. Una carencia que yo suelo no sentir. Pero miren lo que es esta vista. Imaginen un comedor con un inmenso ventanal y el fuego encendido en el hogar.




Ahhhh, la Sicilia tiene "unos" mares!!! Y eso que recién estoy empezando a explorar!

jueves, 7 de enero de 2010

Delicias de la web

Dos sitios que encontré saltando de blog en blog, de web en web.
A mí me alegraron el día:

Things we forget (anotar las obviedades, por más obvias que parezcan!)

The oat meal
(vean el del gato, el de la cerveza, el de las palabras mal escritas!)

sí, están en english.

Y ya que estoy, me voy con un papelito robado.

sábado, 2 de enero de 2010

La calma

A fines de 2008 creo yo haber estado atravesando algún tipo de crisis interna, qué sé yo, alguna de tantas. Vengo pensando esto desde que empezó diciembre, cuando me pongo a comparar aquel mes, la turbulencia de aquellos días, con la calma de estos. Esta vida gitana no es fácil, ya me queda cómoda la excusa, pero es la realidad. Y yo, creo como todos, necesito desesperadamente tener puntos de referencia, amigos, familia o pseudo familia, gente, gente con la que contar de verdad. Bué, aunque no sé si la crisis venía exactamente por ese lado, pero era como si tuviera hormigas en el culo. Necesitaba desesperadamente moverme, hacer cosas nuevas, escapar, huir... no sé bien de qué ni por qué.
Por ejemplo, ahora casi que me vienen escalofríos cuando pienso que me lancé como una loca a aquel mini viaje en París sola, con la mamá de una amiga (y Emilio), y después vino el súper micro mini maxi tour hasta Mónaco y Niza con paradas intermedias en Firenze y Génova para las fiestas. Con un nene de un año y meses... que de paso vivía enfermo.
No sé si habré quedado saturada de tanto mini tour el año pasado (o la temporada basquetbolística pasada, para ser más precisos), que se completó con innumerables visitas a Pompeya, varias a la Costa Amalfitana, Nápoles y sus pesebres, Roma varias veces, visita de muchos amigos, madre, suegro y amigos, luego viaje a Cerdeña, y concluyó con Madrid y Alicante, que ahora en este fin de año 2009 y comienzo de 2010 estoy disfrutanto mucho del sedentarismo, de lo bien que se la pasa Emilio en su nuevo hogar, de un poco de serenidad "ritrovata".
Quizá sea que este lugar tiene tanto de bello, de turístico, o simplemente "me gusta". Quizá sea sencillamente yo, que me estoy encontrando, que me empiezo a gustar, que me empiezo a querer más, que me siento reconciliada conmigo misma como mamá, como esposa, como dueña de esta vida; transición que no fue fácil. Y también el trabajo, que en diciembre llegó mucho, cargado y variadito, con cosas nuevas para descubrir y sentir que muchos esfuerzos valieron la pena.
Así empieza el 2010. Tranquilito, tranquilito. Pero feliz.
Espero, es mi deseo de corazón para este año que comienza, que todos y cada uno de ustedes puedan encontrar la serenidad y la plenitud en "ese" lugar del mundo y de la vida en el que estén plantados.