lunes, 7 de noviembre de 2011

Mientras ella duerme...

Acomodé toda la compra del súper, guardé ropa que tenía doblada de hacía dos días, colgué otro lavado, me tomé dos mates fríos que quedaron de antes de ir al súper, hablé con una amiga que se operó hace poco, le mandé un mensajito a Pablo diciéndole que lo espero de vuelta con torta de manzanas, hay que ponerle onda a este regreso del juego de visitantes, viene de perder y de darse cuenta que probablemente no nos quede mucho tiempo más aquí. Y por eso mismo también llamé al instituto donde doy clases de español para cancelar la promoción del curso anual, porque no puedo comprometerme con un proyecto a largo plazo. Eso pensaba esta mañana mientras iba haciendo, caminando, acomodando... lo del breve, mediano y largo plazo. Antes me costaba horrores no poder hacer planes a largo plazo. Cuando más o menos me acostumbré a este cortoplacismo, me empecé a quedar en esta ciudad, y sin darme cuenta, a echar raíces, cortitas, pero raíces al fin. A que la gente me conozca, me busque, me proponga cosas. Como los cursos en este instituto, algo que me encanta hacer. O que la gente se vaya, vuelva, y me encuentre de nuevo aquí, después de un año. Como Giuli, mi alumna del año pasado, la que se fue a estudiar Publicidad a la UADE y ahora volvió, problemas de familia. Increíble poder volver a encontrarnos en el mismo lugar después de un año. Y ahora de nuevo, otra vez, la incertidumbre. La insinuación de la posibilidad del largo plazo, otra vez diluida.
Así que aquí estamos, algo a la deriva, mentalmente a la deriva. Todavía no hay nada de cierto pero las cartas están casi echadas. Cambiaron entrenador, y de los dos jugadores que habían confirmado del año pasado, a uno ya lo dejaron afuera del equipo. El otro es Pablo. Y están haciendo de todo como para que se vaya solito, sin necesidad de echarlo. Y lo están logrando. Así que bueno, alma en calma, trataremos de sobrellevar lo que venga de la mejor manera posible. No logro imaginarme en ningún otro lado, pero tampoco me hago la imagen mental de poder seguir aquí mucho tiempo más. Más actualizaciones, seguramente, en breve!

4 comentarios:

Genín dijo...

Claro, la profesión de tu marido no debe de ser facil de llevar, solo tu amor por el vence los obstáculos...
Mucha suerte
Besitos y salud

Betty dijo...

Cuantas cosas se pueden hacer cuando ellos (o ella en este caso) duerme!

Lamento que nuevamente tengan que mudarse, pero bueno... siempre lo han solucionado lo mejor posible, por lo que seguramente en esta oportunidad tambien lo harán.

Besos

Cookie dijo...

vos bien lo dijiste: "Alma en calma" y a plantarle batalla a lo que venga.
Como bien dijo Betty, ustedes tienen experiencia en mudanzas y lo que venga lo resolveran de la mejor manera posible.

saludos

Mariana dijo...

A ser gitana otra vez... bueno, pensa en todo lo que hiciste mientras esa niñita dormia. Que belleza. Yo quiero que la mia duerma mucho tambien :)